Desde la Casa Blanca, el Presidente estadounidense, Joe Biden, se refirió a la violencia armada y los recientes tiroteos que han dejado una veintena de víctimas en las últimas semanas.

El Mandatario calificó este jueves de “epidemia” la violencia con armas de fuego en el país, durante una ceremonia realizada junto a la vicepresidenta, Kamala Harris, y el Fiscal General, Merrick Garland.

“Esto es una epidemia, por el amor de Dios, y tiene que parar”, afirmó el jefe de Estado, refiriéndose igualmente a los tiroteos como una “crisis de salud pública”.

En ese sentido, anunció una orden ejecutiva para controlar la violencia por armas de fuego en el país. “Deberíamos prohibir los fusiles de asalto y los cargadores de alta capacidad”, indicó.

El presidente de Estados Unidos instó este jueves a prohibir que los particulares puedan tener fusiles de asalto de tipo militar, como parte de una serie de anuncios para controlar la violencia por armas de fuego en el país.

El más reciente tiroteo se registró el miércoles en el condado de York (Carolina del Sur) y dejó cinco fallecidos. Entre los fallecidos se encuentra un médico, su esposa y sus dos nietos, según detalló la Oficina del Sheriff del Condado de York en redes sociales.