El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho este domingo que está preocupado por el aumento de las tensiones en Medio Oriente y que su Administración está haciendo “todo lo posible para evitar que estalle una guerra más amplia” en la región, ante la escalada en Líbano por el repunte de los enfrentamientos entre Israel y el partido-milicia chií libanés Hezbolá en el marco de la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza.
“Sí, estoy preocupado. Vamos a hacer todo lo posible para evitar que estalle una guerra más amplia. Seguimos presionando”, ha declarado en una breve respuesta a una pregunta realizada por la prensa.
En esta misma línea se ha pronunciado el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, que ha remarcado que la Administración Biden está haciendo “todo lo posible para tratar de evitar que” la situación actual “se convierta en una guerra total al otro lado de la frontera libanesa”.
“Creemos que hay mejores maneras de intentar que los ciudadanos israelíes regresen a sus hogares en el norte, y de mantener a salvo a los que están allí, que una guerra, que una escalada y luego abrir un segundo frente en la frontera con Líbano contra Hezbolá”, ha indicado en declaraciones a la cadena de televisión ABC News.
Al ser preguntado sobre las decisiones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en contra de una desescalada, ha hecho hincapié en que las tensiones “son mucho mayores ahora que hace apenas unos días” y que eso “pone de relieve lo importante que es tratar de encontrar una solución diplomática”.
Los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá estallaron un día después de los ataques perpetrados el 7 de octubre de 2023 por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas contra territorio israelí, lo que llevó al Ejército de Israel a desatar una cruenta ofensiva contra la Franja de Gaza.
Durante los últimos días se ha registrado un repunte de las tensiones, especialmente tras la oleada de explosiones coordinadas en dispositivos de comunicación supuestamente de Hezbolá, que dejó alrededor de 40 muertos y unos 3.000 heridos. Gran parte de la comunidad internacional, incluida la ONU, ha mostrado su preocupación por lo indiscriminado del ataque.
Asimismo, al menos 45 personas murieron el viernes en el bombardeo ejecutado por Israel contra el sur de la capital de Líbano, Beirut. Entre los fallecidos estaba Ibrahim Akil, un alto cargo del principal organismo militar de Hezbolá que fue identificado por Israel como objetivo del bombardeo.
Hezbolá ha respondido durante el fin de semana con el lanzamiento de decenas de proyectiles contra Israel, incluido un ataque contra Haifa --por primera vez desde el estallido de los enfrentamientos en octubre de 2023--, mientras que Israel ha intensificado sus bombardeos contra supuestos objetivos del grupo en el sur de territorio libanés.