El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decretó este martes una prohibición temporal a dar asilo a los inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, en un anuncio que se da con miras a las elecciones de noviembre que decidirán el control de la Casa Blanca.
En un mensaje presidencial, el mandatario estadounidense señaló que esta medida regirá desde la medianoche del miércoles 5 de junio.
“El Presidente anuncia nuevas acciones ejecutivas históricas para impedir que los migrantes que cruzan nuestra frontera sur ilegalmente reciban asilo”, anunció el portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates.
Las autoridades esperan que las restricciones entren en vigor de inmediato, ya que se pondrán en marcha cuando los cruces de migrantes ilegales superen los 2.500 por día, y las cifras ya están por encima de ese umbral.
También advirtieron que para deponer la medida, el número de cruces ilegales en la frontera debe disminuir a menos de 1.500 diarios. Sin embargo, esto parece complicado, ya que la última vez que se alcanzó esa cifra fue en julio de 2020, durante la pandemia de Covid-19.
Según la medida, los inmigrantes a los que se sorprenda cruzando ilegalmente podrán ser deportados rápidamente o devueltos a México.
El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. informó que habrá excepciones para los niños que no vayan acompañados, pero que los migrantes que deseen solicitar asilo deberán demostrar ante las autoridades que existe una “posibilidad razonable” de estar en riesgo de sufrir torturas o persecuciones si son devueltos a su país de origen. Estados Unidos se adherirá a las obligaciones de la convención de las Naciones Unidas, la cual prohíbe expulsar a alguien a un país donde pueda ser torturado.
Endurecimiento y “amnistía”
Biden ha endurecido su enfoque de seguridad fronteriza a medida que la inmigración ha surgido como un tema principal para los estadounidenses en el período antes de las elecciones del 5 de noviembre, donde se enfrentará al republicano Donald Trump en una revancha de la contienda de 2020.
El mandatario demócrata asumió el cargo en 2021 prometiendo revertir algunas de las políticas migratorias restrictivas de Trump, pero tuvo que lidiar con niveles récord de migrantes atrapados cruzando ilegalmente, una tendencia que ha puesto a prueba a las autoridades fronterizas y a las ciudades que los reciben.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Biden dijo que el acceso al asilo seguiría estando disponible para los migrantes que se registren para una cita usando una aplicación conocida como CBP One o usen otras vías legales en lugar de cruzar ilegalmente.
“La medida nos ayudará a ganar el control de nuestra frontera y restaurar el orden en el proceso”, dijo Biden. “Esta prohibición permanecerá en vigor hasta que el número de personas que intentan entrar ilegalmente se reduzca a un nivel que nuestro sistema pueda gestionar eficazmente”.
El gobernante también aprovechó de criticar las políticas más controvertidas de Trump, incluida la separación de familias migrantes en la frontera y los comentarios de que los inmigrantes en Estados Unidos ilegalmente estaban “envenenando la sangre de nuestro país”.
“Nunca demonizaré a los inmigrantes”, dijo Biden.
Por su parte, Donald Trump describió la medida tomada por Biden como “amnistía”.
“Seamos claros: la orden ejecutiva de Joe Biden es una amnistía, no es para seguridad fronteriza”, comentó el exmandatario republicano en un comunicado de Karoline Leavitt, secretaria nacional de prensa de su campaña electoral.
A la vez, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) anunció que demandará al gobierno de Biden debido a esta nueva acción ejecutiva que cerraría la frontera entre Estados Unidos y México para los solicitantes de asilo que cruzan ilegalmente. Un funcionario del grupo de defensa legal informó a CNN que esta medida es comparable a las acciones implementadas durante el gobierno de Trump.