El presidente Joe Biden mantuvo formalmente el martes el límite de admisiones de refugiados en 125.000 para el año fiscal 2023, pese a la presión de activistas para que se aumente aún más para satisfacer las necesidades después de quedar muy lejos de ese objetivo este año.
Los defensores de los refugiados habían estado presionando al gobierno de Biden para que hiciera más para restaurar el Programa de Admisiones de Refugiados de Estados Unidos. El programa sufrió fuertes reducciones durante la presidencia de Donald Trump, que recortó el número de admisiones a un mínimo histórico.
Biden elevó el límite a cuatro veces esa cantidad este año, pero se han admitido menos de 20.000 refugiados en lo que va de este año fiscal, de acuerdo con el conteo más reciente en agosto. El año fiscal termina el 30 de septiembre.
Biden señaló en su decisión presidencial que las admisiones deberían destinarse a 40.000 refugiados de África, 35.000 del sur de Asia, 15.000 de Asia oriental, 15.000 de Europa y 15.000 de América Latina.
Krish O’Mara Vignarajah, directora del Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados, dijo que el gobierno de Biden debe actuar ahora para mejorar el Programa de Refugiados de Estados Unidos, luego de que las Naciones Unidas reportaron un récord de 100 millones de personas desplazadas de sus hogares.
“Debe acelerar y agilizar la tramitación en el extranjero de las solicitudes de refugiado si quiere que este programa que salva vidas siga siendo relevante en medio de una crisis mundial de desplazamientos sin precedentes”, señaló en un comunicado.