El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha asegurado este sábado que su país no reconocerá en “ningún caso” una declaración formal de independencia por parte de Taiwán en su primera reacción a la victoria de William Lai Ching Te, en las elecciones presidenciales celebradas en la isla.
Estados Unidos es el gran aliado internacional de Taiwán frente a las reclamaciones soberanistas de China, pero siempre ha mantenido que en ningún caso aceptará una posible declaración de independencia.
Lai, muy conectado a este movimiento en sus primeros años en la política, ha moderado su postura de un tiempo a esta parte y asegurado que tampoco quiere realizar semejante proclamación, que China interpretaría directamente como una declaración de guerra.
“Nosotros no apoyamos la independencia”, ha asegurado Biden a la prensa durante su salida de su residencia de Camp David, en una continuación de la política de ambigüedad estratégica sobre esta cuestión.
El secretario de Estado de EE.UU, Antony Blinken, se reunió el pasado viernes con el director del Departamento Internacional del Partido Comunista Chino, Liu Jianchao, considerado como uno de los diplomáticos “en la sombra” más influyentes del Gobierno chino, para tratar entre otras cuestiones el impacto de las elecciones de Taiwán en un momento que China y EEUU parecen estar acercando de nuevo posturas tras meses de fricciones.
Según un comunicado, ambas partes también discutieron la guerra entre Rusia y Ucrania, la situación en la Península de Corea, la guerra entre Hamás e Israel y “la importancia de defender y defender los derechos y libertades de navegación en el mar Rojo”.
No obstante, fuentes del ‘Financial Times’ han apuntado que Biden quiere enviar a Taiwán a un grupo formado por antiguos altos cargos del gobierno estadounidense (tanto demócratas como republicanos) para demostrar su respaldo al presidente electo a sabiendas de que China reaccionará a este viaje, como ya avanzó el jueves la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, con una “condena enérgica” y una “oposición firme”.