El presidente Joe Biden le pidió al Congreso este miércoles que suspenda los impuestos federales a la gasolina y el diésel durante tres meses, una medida en un año electoral con la que se pretende aliviar las presiones financieras y que fue recibida con escepticismo por muchos legisladores.
El mandatario también solicitó a los estados suspender sus propios impuestos a la gasolina o brindar una asistencia similar a los consumidores. Además, criticó públicamente a la industria energética por darle prioridad a sus ganancias sobre la producción. Se requeriría la intervención de los legisladores en Washington y en los Congresos estatales para que la gente vea reflejada esta ayuda en sus bolsillos.
“No reduce todo el dolor, pero será una gran ayuda”, dijo Biden, en un momento en que su gobierno cree que ha agotado todos sus medios directos de presión para atender el problema de los altos precios de la gasolina. “Estoy haciendo la parte que me corresponde. Quiero que el Congreso, los estados y la industria también hagan la suya”.
Lo que está en juego es el impuesto federal de 18,4 centavos por galón (4,86 centavos por litro) de gasolina y 24,4 centavos por galón (6,45 centavos por litro) de diésel. Si la disminución del costo se pasara directamente al consumidor, las personas ahorrarían alrededor del 3,6% al cargar combustible en un momento en que los precios promedio rondan los 5 dólares por galón (1,32 dólares por litro) a nivel nacional.
La propuesta de Biden enfrenta una batalla cuesta arriba en el Congreso, cuya intervención es necesaria para suspender el impuesto, y donde muchos legisladores, incluyendo algunos demócratas, han expresado sus reservas. Incluso muchos economistas ven con escepticismo la idea de una suspensión temporal a los impuestos sobre los combustibles.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, no se comprometió a apoyar la propuesta de Biden, diciendo que tendría que ver si hay respaldo para ella en el Congreso.
“Veremos dónde está el consenso en la Cámara de Representantes y en el Senado en torno a una ruta para avanzar sobre la propuesta del presidente”, dijo Pelosi.
La suspensión fiscal enfrenta pocas posibilidades de ser aprobada en un Senado dividido exactamente por la mitad, por lo que el líder de la mayoría, Chuck Schumer, señaló el miércoles que los demócratas se enfocarán más bien en su iniciativa contra las compañías petroleras que “manipulan el mercado” para elevar precios y ganancias. “Nos vamos a enfocar en esa cuestión”, indicó.
En su discurso, Biden vinculó el alza en los precios de la energía a la invasión rusa a Ucrania, y dijo que “la defensa de la libertad, la defensa de la democracia no iba a venir sin un costo para el pueblo estadounidense y el resto del mundo libre”. El mandatario resaltó que los legisladores estuvieron de acuerdo en sancionar a Moscú y ayudar a Ucrania a pesar de los riesgos de inflación por la resultante escasez de alimentos y energía.
Demócratas, republicanos e independientes en el Congreso eligieron apoyar a Ucrania “sabiendo muy bien cuál sería el costo”, afirmó.
“Así, para todos esos republicanos en el Congreso que me critican hoy por los elevados precios de la gasolina en Estados Unidos: ¿Están ustedes diciendo ahora que se equivocaron al apoyar a Ucrania?”, preguntó Biden. “¿Me están diciendo que preferirían tener precios más bajos de gasolina en Estados Unidos que el puño de hierro (del presidente ruso Vladimir) Putin en Europa? No lo creo”.