El gobierno de Joe Biden renovó este viernes el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS), que actualmente cubre a más de 900.000 inmigrantes de Venezuela, El Salvador, Ucrania y Sudán, una medida que retrasaría cualquier intento del presidente electo Donald Trump de poner fin a esas protecciones, tal como lo expresó durante su campaña electoral.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) amplió la inscripción en el programa para esas naciones, dando a los inmigrantes un indulto de deportación y acceso a permisos de trabajo por 18 meses adicionales.

En detalle el plan abarca a 600.000 venezolanos, 200.000 salvadoreños, 100.000 ucranianos y 1.900 sudaneses, los que podrán permanecer en territorio estadounidense pese a las amenazas de expulsión de Trump.

Biden aumentó considerablemente el número de ciudadanos extranjeros que pueden acogerse al TPS desde que asumió el cargo en 2021. El estatus está disponible para personas cuyo país de origen ha experimentado un desastre natural, un conflicto armado, político u otro evento extraordinario.

Trump intentó poner fin a la mayoría de las inscripciones en el TPS durante su mandato de 2017 a 2021, pero los tribunales estadounidenses se lo impidieron.

Sin embargo, el magnate ha insistido en su postura y ganó otro mandato prometiendo una amplia represión de la inmigración, por lo que de nuevo se espera que intente poner fin a la mayoría de las protecciones del TPS.

Si bien la mayor población del programa la componen unos 600.000 venezolanos, la cifra no podría incrementarse -como podría estimarse con nuevos éxodos de ciudadanos tras las reelección de Nicolás Maduro-, porque la orden publicada en el Registro Federal permite a aquellos ya registrados volver a extender su estatus si cumplen la condiciones, pero no admite a nuevos beneficiarios.

El gobierno de Biden, que otorgó por primera vez el estatus a los venezolanos en 2021, citó los altos niveles de delincuencia en Venezuela relacionados con la inestabilidad política y económica bajo el presidente chavista, quien juró para un tercer mandato este viernes.