Aunque los expertos y las encuestas vaticinaban que era difícil que el Partido Demócrata pudiera mantener la banca del Senado por Nevada, finalmente lo hizo. Y con ello no solo logró retener el control de la Cámara Alta, sino también extinguió las esperanzas de la “ola roja” que los republicanos esperaban antes de las elecciones de mitad de período. Si bien el destino de la Cámara de Representantes aún era incierto ya que la oposición luchaba por lograr una ligera mayoría allí, el triunfo demócrata en el Senado dificulta las intenciones de los republicanos de frustrar la agenda legislativa del Presidente estadounidense Joe Biden.
La victoria de la senadora Catherine Cortez Masto en Nevada dio a los demócratas los 50 escaños que necesitaban para conservar el Senado. Su triunfo refleja la sorprendente fuerza de los demócratas en Estados Unidos en este año electoral. Buscando la reelección en un estado en apuros económicos que registra algunos de los precios de gasolina más altos de la nación, Cortez Masto fue considerada la miembro más vulnerable del Senado, lo que aumentó la frustración de los republicanos que confiaban en que sería derrotada, destacó The Associated Press.
“Me siento bien y estoy deseando que lleguen los próximos dos años”, dijo Biden, que aseguró no estar sorprendido por el resultado, que en su opinión refleja “la calidad” de sus candidatos y que “todos defendían el mismo programa”. Al respecto, el presidente aplaudió la unidad exhibida por los postulantes de su partido en estas elecciones al ofrecer un frente común en temas tan polarizadores como el derecho al aborto. “No hay nadie que se haya presentado con otro discurso”, señaló desde la cumbre de la ASEAN/EAS en Camboya.
Biden también achacó el mal resultado del Partido Republicano en las elecciones legislativas de Estados Unidos a la falta de claridad en sus mensajes representada en un discurso general intoxicado por la constante presencia del expresidente Donald Trump. “Se lo escuché a alguien de la prensa: ‘Todo lo que ha hecho Trump es revelar lo que el Partido Republicano realmente es’”, declaró el mandatario demócrata. “Creo que lo que tienen que decidir ahora, como hemos hecho nosotros en el pasado, es quienes son”, añadió.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, celebró el triunfo el sábado por la noche al tuitear: “¡Su mayoría demócrata en el Senado!”. Lo describió como una “victoria y reivindicación” para los demócratas y su programa. Asimismo, acusó al Partido Republicano de avivar el miedo y la división durante la campaña. “El pueblo estadounidense rechazó la dirección antidemocrática, autoritaria, desagradable y divisiva que los republicanos de MAGA (por Trump) querían llevar a nuestro país”, dijo.
Con los resultados en Nevada ya decididos, Georgia es el único estado donde ambos partidos aún compiten por un escaño en el Senado. El senador demócrata en funciones Raphael Warnock se enfrentará al contendiente republicano Herschel Walker en una segunda vuelta el 6 de diciembre. Pero, aunque Walker ganara, lo cual dejaría a ambos partidos con 50 escaños, la vicepresidenta Kamala Harris tiene un voto de desempate.
Si Warnock ganara el balotaje en Georgia, la mayoría de 51 a 49 daría a los demócratas una ventaja adicional para aprobar los pocos proyectos de ley que pueden avanzar con una mayoría simple, en lugar de los 60 necesarios para la mayoría de la legislación. “Ahora nos centramos en Georgia. Nos sentimos bien en el punto en el que estamos”, dijo Biden el domingo en Camboya. “Es simplemente mejor”, comentó. “Cuanto mayor sea el número, mejor”.
Pero ya al garantizar el control del Senado, los demócratas estarían capacitados para confirmar a los nominados judiciales del presidente, entre ellos hipotéticos designados a la Corte Suprema, así como para los tribunales locales con una mayoría simple. La mayoría demócrata en la Cámara Alta también podría rechazar las propuestas de ley presentadas por una Cámara de Representantes republicana y tendría más ventaja para negociar decisiones como el alza del techo de deuda o el financiamiento del gobierno, que un Congreso completamente republicano habría utilizado como instrumento para atacar a Biden, destaca Europa Press.
Además, el Senado podrá actuar como “escudo” de protección ante la avalancha de investigaciones al hijo del presidente, Hunter, que han prometido los responsables del Partido Republicano si ganan el control de la Cámara de Representantes al término de los comicios.
Al respecto, los republicanos seguían cerca de hacerse con el control de la Cámara de Representantes, mientras los funcionarios siguen contando votos. Podrían pasar varios días antes de que se conozca el resultado de suficientes elecciones para determinar qué partido controla esta cámara, de 435 escaños.
Los resultados de varias elecciones, incluidas las de California, de tendencia liberal, seguían llegando. Hasta ahora, los republicanos habían ganado 211 escaños de los 218 necesarios para la mayoría, por delante de los demócratas, con 205. Según NBC News, los republicanos tendrán una mayoría de apenas cinco escaños, de 220 contra 215.
Incluso, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, apuntó este domingo que el republicano Kevin McCarthy podría no tener los votos suficientes para sucederla en el cargo incluso si hay una mayoría republicana en la Cámara. “¿Por qué valorar algo que puede que pase o que puede que no pase nunca? No. No creo que los tenga, pero eso depende de su propia gente, que tienen que tomar una decisión de adónde quieren llegar”, señaló Pelosi en declaraciones a CNN.
Una derrota completa en ambas cámaras habría supuesto además un golpe a la legitimidad del presidente Biden, que se habría visto obligado a promulgar leyes presentadas por el Partido Demócrata a golpe de decreto. “Es crucial mantener el control del Senado, aunque solo sea como baluarte contra cada mala idea que se les ocurra a los republicanos”, declaró el analista político demócrata Bill Manley al portal de noticias Vox.
Ante los mediocres resultados de los republicanos -incluso si ganan una estrecha mayoría en la Cámara de Representantes-, se culpó a Trump de impulsar a candidatos que no fueron capaces de atraer a un electorado lo suficientemente amplio.
Una derrota republicana en Georgia podría mermar aún más la popularidad de Trump, que, según sus asesores, se plantea anunciar esta semana una tercera candidatura a la presidencia en 2024. “El presidente Trump va a anunciar el martes que se postula para presidente”, dijo Jason Miller, un asesor del exmandatario. El resultado podría aumentar las posibilidades de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que derrotó a su contrincante demócrata el martes, opte por desafiar a Trump por la nominación presidencial de 2024.
Después de su derrota ante Biden en las presidenciales de 2020, el magnate republicano promovió afirmaciones de fraude sin fundamento, algunas de las cuales llevaron a un motín sin precedentes el 6 de enero de 2021 en el Capitolio en Washington.
Aunque más de 100 postulantes republicanos que cuestionaron los resultados de la elección presidencial de 2020 ganaron sus respectivas carreras, algunos de los favoritos de Trump perdieron escaños clave ante los demócratas.