El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene previsto dirigirse este jueves al país tras la estrepitosa derrota electoral de su Partido Demócrata frente al republicano Donald Trump.

Biden, quien fue sustituido en julio como candidato demócrata en la contienda por la vicepresidenta, Kamala Harris, debido a las preocupaciones sobre su agudeza mental tras un debate a trompicones con Trump, hablará a las las 1:00 PM hora de Chile (16:00 GMT), según la Casa Blanca.

Harris trató el miércoles de consolar a los votantes que esperaban que se convirtiera en la primera mujer en ganar la Casa Blanca. Ella, al igual que Biden, prometió ayudar en la transición de Trump de aquí a su investidura el 20 de enero, pero dijo que no estaba preparada para adoptar su visión del país.

El equipo de campaña de Trump dijo que Biden le había invitado a una reunión en la Casa Blanca en un momento no especificado.

La victoria del expresidente Trump, sorprendentemente contundente después de que las encuestas mostraran un empate antes de las elecciones del martes, subrayó lo desencantados que están los estadounidenses con la economía —en particular el efecto de la inflación en su nivel de vida—, la seguridad fronteriza y la dirección del país y su cultura.

Los latinos, votantes tradicionalmente demócratas, y los hogares de menores ingresos más afectados por la inflación ayudaron a impulsar su victoria. El equipo de campaña de Harris había tratado de insistir en el mensaje de que Trump no era apto para volver a ser presidente, por ser un delincuente convicto y por sus falsas acusaciones de fraude electoral tras su derrota en las elecciones de 2020, que llevaron a una turba a asaltar el Capitolio de Estados Unidos.

En esta ocasión, Trump se impuso en cinco de los siete estados disputados para superar los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para ganar la presidencia y lideraba en los dos restantes, Arizona y Nevada, donde aún se estaban contando los votos.

También iba camino de convertirse en el primer candidato presidencial republicano en ganar el voto popular desde George W. Bush hace dos décadas.

Los republicanos arrebataron a los demócratas la mayoría en el Senado de Estados Unidos, lo que garantiza que Trump controlará al menos una cámara del Congreso el año que viene. No está claro si mantendrán su mayoría en la Cámara de Representantes, con decenas de escaños aún por decidir.