Mientras los ojos del mundo se posan en la Familia Real de Reino Unido, y especialmente en el presente de los príncipes de Gales, Kate y Guillermo, la otra parte de la familia, Meghan Markle y Harry, también ha sido citada por su presente. Y por nada menos que por Sally Bedell Smith, una de las pocas biógrafas “autorizadas” de la familia real británica.
Según la experta, Meghan, la duquesa de Sussex, domina a Harry, tal como Wallis Simpson -también una celebridad estadounidense que se casó con un miembro de la realeza británica- hizo con Eduardo, el duque de Windsor, quien ascendió brevemente al trono como Eduardo VIII en enero de 1936, para abdicar el 11 de diciembre del mismo año, incluso antes de ser coronado. De hecho, fue su hermano menor, Alberto -luego Jorge VI, padre de Isabel II-, quien terminó ostentando la corona británica.
Bedell Smith planteó que la actual duquesa de Sussex es tan narcisista, controladora y dominante como lo fue la duquesa de Windsor, Wallis Simpson, haciendo una ácida comparación entre los Windsor de la década de 1930 y los Sussex de hoy.
No es su primer acercamiento a la Familia Real británica. De hecho, ha escrito biografías sobre la Reina Isabel II y el Rey Carlos III, y es de las pocas escritoras que tienen acceso relativamente fácil a los recelosos archivos reales.
En su último libro, asegura que el rey Jorge VI “salvó la monarquía” tras la abdicación del rey Eduardo VIII. Esa relación, cree, se replica en la actualidad, ya que ve que Guillermo está sintiendo hacia su hermano menor, Harry, una “traición” similar a la que el Rey Jorge VI sintió hacia su “tramposo” hermano mayor tras la abdicación.
Al mismo tiempo, se repite otro factor: la presencia de una mujer estadounidense. Tanto entonces como ahora, “una mujer americana entró en escena y cambió la dinámica de todo el asunto”, señaló Sally Bedell Smith. Pero también hay diferencias evidentes.
En el caso pasado, el rey Eduardo VIII se vio obligado a abdicar por su insistencia por casarse con la celebridad norteamericana Wallis Simpson, quien se encontraba en medio de su proceso para divorciarse por segunda vez. De ese modo, su hermano menor, el luego rey Jorge VI, asumió la corona y gobernó junto a la Reina Madre hasta su muerte, en 1952.
“Es diferente”, prosiguió la biógrafa. “Harry nunca iba a ser Rey. Pero creo que hay sentimientos similares de traición que han hecho que Guillermo, en particular, esté furioso con su hermano, y con razón”, dijo la biógrafa.
Los paralelismos, señaló Bedell Smith en el Festival Literario de Oxford, donde habló de su nuevo libro “George VI and Elizabeth: The Marriage That Saved the Monarchy”, son intrigantes.
La relación entre Guillermo y Harry ha sido tensa durante años, donde incluso se negaron a aparecer juntos durante un evento de Diana Legacy Award en Londres, pese a estar dedicado a su madre, la princesa Diana.
El primer choque entre Meghan y Guillermo se habría dado posterior al matrimonio con Harry, en 2018, aseguran reportes de la prensa británica. Algo de aquella dinámica tensa se lee en el libro “En la sombra”, del propio Harry.
Si bien Bedell Smith matizó que la dinámica entre los hermanos de la década de 1930 es distinta a la de sus descendientes, considerando que en el caso del duque de Windsor, este había sido rey, igual hay similitudes.
“El duque de Windsor hizo muchas cosas perjudiciales (tras su abdicación)”, dijo en el festival. “Mintió a su hermano sobre cuánto dinero tenía. Por ejemplo, estaba en proceso de vender una enorme cantidad de terrenos en Sandringham solo para poder embolsarse el dinero. Fue ese tipo de engaños, así como su comportamiento en general”, argumentó.
La abdicación Eduardo marcó el inicio del fin de su vida pública, la que terminó convirtiéndose en una vergüenza para la Familia Real por su amistad con destacados fascistas de la época, como lo fue su relación con Adolf Hitler.
“Tuvieron una infancia difícil, pero hubo un periodo de tiempo, como fue el caso de Bertie (Eduardo VII) y David (duque de Windsor, antes Eduardo VIII), en el que estuvieron muy unidos”, explicó la escritora estadounidense.
“En algunos aspectos Meghan y la duquesa de Windsor tienen cualidades similares: muy narcisistas, muy controladoras, muy dominantes”. Además, añadió: “Y si lees las cartas de David a su anterior amante... puedes ver lo débil que era y lo mucho que necesitaba a una mujer dominante, y da la sensación de que Harry es en cierto modo igual”.