En agosto de 2018, en plena campaña presidencial, Clóvis Saint-Clair publicó uno de los primeros libros biográficos no autorizados de Jair Bolsonaro, quien dos meses después se convertiría en Presidente de Brasil. En Bolsonaro: el hombre que enfrentó al Ejército y desafía a la democracia, el periodista carioca recopila una serie de datos poco conocidos del excapitán de Ejército, como los elogios que en 1999 prodigaba a Hugo Chávez, al que calificaba de "una esperanza para América Latina". En esta entrevista con La Tercera, Saint-Clair analiza los primeros 100 días de Bolsonaro en el poder.
Un sondeo de Datafolha mostró que Bolsonaro enfrenta la peor aprobación después de tres meses de gobierno entre los Presidentes electos para un primer mandato desde la redemocratización de Brasil: sólo el 32% considera su gestión muy buena o buena. ¿A qué factores lo atribuye? ¿Era algo esperado?
Bolsonaro no fue elegido sólo por bolsonaristas, sino por electores que deseaban, sobre todo, evitar que el PT retomara el poder. Desde la posesión al término de este primer trimestre de gobierno de Bolsonaro, quedó claro que el Presidente no bajó del estrado ni tenía un plan de gobierno propiamente dicho para el país. Además, no consiguió articular alianzas que garanticen apoyo a su agenda ni controlar las diferencias y desavenencias entre las diversas corrientes que lo eligieron. Todo eso llevó a la constatación de que el gobierno ha hecho muy poco hasta ahora y que la economía no da señales de que se vaya a recuperar a corto y mediano plazo, lo que trae insatisfacción tanto a los bolsonaristas de turno como a aquellos que adhirieron a su candidatura por oportunismo de última hora, y explica la caída vertiginosa de la popularidad del Presidente.
Bolsonaro cumplió hasta ahora sólo un tercio de las metas para los 100 primeros días, según el diario Folha de S. Paulo. ¿Esto se debe a sus problemas con el Congreso o sólo a su mala gestión como Presidente?
Las dos cosas.
En un reciente discurso, Bolsonaro afirmó que "no nació para ser Presidente, nació para ser militar" y que el cargo es "sólo problemas". ¿A qué atribuye estas declaraciones del mandatario? ¿Considera que está siendo honesto?
Las declaraciones revelan no sólo la falta de preparación, sino también la falta de vocación de Bolsonaro para el cargo que ocupa actualmente, pero no da para decir que esté siendo honesto, porque esta no parece ser una cualidad del Presidente.
Los ministros provenientes de las FF.AA. y el llamado grupo ideológico, liderado por el filósofo Olavo de Carvalho y los tres hijos de Bolsonaro, luchan por espacios de poder e influencia sobre el jefe de Estado. ¿Quién va a ganar en esta disputa? ¿Esta lucha pone en riesgo los planes del tercer grupo, los liberales del equipo económico encabezado por Paulo Guedes?
Frente a tantos líos, los ministros militares parecen más equilibrados que los "olavistas" y tal vez puedan ganar esa disputa si promueven una articulación más republicana con el Congreso, algo que no parece estar en los planes de seguidores de Carvalho. Sin apoyo del Congreso, Paulo Guedes no tendrá qué hacer en el ministerio (de Hacienda), porque las reformas que propone son extremadamente impopulares.
El optimismo con la economía cayó después de que Bolsonaro asumió la Presidencia, según revela también la última encuesta de Datafolha. Además de los electores, ¿los empresarios empiezan a preocuparse por la gestión del Presidente?
Sí, porque es cada vez más patente la incapacidad o falta de voluntad de Bolsonaro para negociar con el Legislativo, y sin esa negociación las reformas no van a suceder.
Hasta ahora, la reforma previsional aparece como el principal desafío del gobierno de Bolsonaro. ¿Cree que el Presidente se juega su gobierno con esta reforma? ¿Qué opciones tiene de conseguir su aprobación?
La reforma surgió, vía Paulo Guedes, como la única propuesta para mejorar la economía. Hasta ahora, Bolsonaro no presentó una alternativa en la que pudiera apostar sus fichas. Para aprobarla, tendrá que hacer lo que dijo durante toda la campaña que no haría: lotear cargos entre los partidos que lo apoyen.
Según el exmandatario Fernando Henrique Cardoso, Bolsonaro fue elegido Presidente porque "habló de temas que sensibilizaron: violencia y corrupción". ¿Muestra, al menos, logros en esas áreas?
No hubo ningún avance, muy por el contrario. En lo que se refiere a la violencia, su opción por combatir la violencia con más violencia parece haber legitimado acciones de ciertos grupos, incluyendo los que son armados y financiados por el propio Estado, que aumentaron las estadísticas de muertes contra mujeres y negros, por ejemplo. El número de femicidios creció y, recientemente, tuvimos el caso de un músico negro que murió después de que el Ejército apuntara con 80 tiros, pero "por error", el auto en el que estaba con la familia. En cuanto a la corrupción, el paquete presentado por Sérgio Moro no trajo ninguna gran novedad, y el ministro (de Justicia) aún mantiene un silencio incómodo sobre la falta de investigaciones acerca de los movimientos sospechosos en las cuentas bancarias de la familia Bolsonaro y de sus supuestas conexiones con milicianos que impusieron su poder paralelo en Río de Janeiro asesinando, inclusive, a políticos, como la concejal Marielle Franco, en un crimen que cumplió un año el 14 de marzo y que hasta hoy no ha sido aclarado.