El conocido bloguero militar ruso Vladlen Tatarsky fue asesinado el domingo por la explosión de una bomba en un café de San Petersburgo, en lo que parece ser el segundo asesinato en suelo ruso de una figura estrechamente asociada con la guerra en Ucrania.
Tatarsky murió en la explosión en el café Street Food Bar No. 1 en San Petersburgo. Veinticinco personas resultaron heridas y 19 de ellas fueron hospitalizadas, según el gobernador regional, Alexander Beglov. El Comité de Investigación estatal de Rusia informó que había abierto una investigación por asesinato.
Los medios rusos y los blogueros militares dijeron que Tatarsky se estaba reuniendo con miembros del público y que una mujer le entregó una caja que contenía una estatuilla que aparentemente explotó. Un video publicado por REN TV muestra el momento en que el bloguero supuestamente recibió la bomba camuflada en lo que parecía ser un gran busto. Las imágenes muestran, sin embargo, que fue un hombre, no una mujer, quien presentó el supuesto regalo.
Un grupo patriótico ruso que organizó el evento dijo que había tomado precauciones de seguridad, pero agregó que “lamentablemente, resultaron insuficientes”. Según la agencia de noticias TASS, la potencia del artefacto era equivalente a 200 gramos de TNT.
Mash, un canal de Telegram con enlaces a las fuerzas del orden rusas, publicó un video que parecía mostrar a Tatarsky, micrófono en mano, recibiendo una estatuilla de un soldado con casco. Dijo que la explosión ocurrió minutos después.
Los informes no mencionaron ninguna reivindicación de responsabilidad. El Ministerio del Interior dijo que todos los que estaban en el café en el momento de la explosión estaban siendo “controlados para ver si estaban involucrados”.
Denis Pushilin, el líder instalado en Moscú de la parte de la provincia de Donetsk de Ucrania que está ocupada por Rusia, sugirió públicamente que Kiev tenía la culpa de la muerte de Tatarsky. “Fue asesinado vilmente. Los terroristas no pueden hacer otra cosa. El régimen de Kiev es un régimen terrorista. Debe ser destruido, no hay otra forma de detenerlo”, afirmó.
El Servicio de Seguridad Federal de Rusia acusó a los servicios secretos de Ucrania de llevar a cabo ese ataque, que Putin calificó de “malvado”. Ucrania negó su participación.
De hecho, un alto funcionario del gobierno ucraniano especuló que la oposición rusa interna a la invasión del Kremlin estaba detrás de la explosión. “Las arañas se están comiendo unas a otras en un frasco”, escribió en Twitter el asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak. “La cuestión de cuándo el terrorismo doméstico se convertiría en un instrumento de lucha política interna era cuestión de tiempo”, “como el estallido de un absceso maduro”, añadió.
Tatarsky se hizo prominente en Rusia como bloguero y corresponsal de guerra que informaba sobre la situación en Donbás después de unirse a las milicias locales tras el golpe de Estado de Maidán en Kiev en 2014. También era autor de varios libros, según consigna el sitio Russia Today.
Con más de 560.000 seguidores en su canal de la aplicación de mensajería Telegram, Tatarsky, cuyo nombre real era Maxim Fomin, había presentado informes regulares desde Ucrania. Era uno de los blogueros militares influyentes más prominentes que defendieron el esfuerzo bélico de Rusia en el país vecino mientras criticaba a menudo a los altos mandos del Ejército. Se hizo conocido por sus declaraciones fanfarronas y su retórica ardiente a favor de la guerra.
“Venceremos a todos, mataremos a todos, robaremos a todos los que necesitemos. Todo será como nos guste. Dios está con nosotros”, se le observa diciendo en un videoclip en septiembre pasado en una ceremonia en el Kremlin donde el Presidente Vladimir Putin proclamó a cuatro regiones ocupadas de Ucrania como territorio ruso, una medida rechazada como ilegal por la mayoría de los países.
Los blogueros de guerra de Rusia, una variedad de corresponsales militares y comentaristas independientes con experiencia en el Ejército, han disfrutado de una amplia libertad del Kremlin para publicar puntos de vista contundentes sobre la guerra, ahora en su mes 14. Putin incluso nombró a uno de ellos como miembro de su consejo de derechos humanos el año pasado.
Según Reuters, reaccionaron con sorpresa ante la noticia de la muerte de Tatarsky. “Estaba en los puntos más calientes de la operación militar especial y siempre salía con vida. Pero la guerra lo encontró en un café de Petersburgo”, dijo Semyon Pegov, quien escribe en su blog bajo el nombre de War Gonzo.
Alexander Khodakovsky, una destacada figura pro-Moscú en el este de Ucrania, escribió: “Max, si no fueras nadie, te habrías muerto de ‘vodka y resfriado’. Pero eras peligroso para ellos, hacías tu trabajo como nadie más podía hacerlo. Rezaremos por ti, hermano”.
La muerte de Tatarsky siguió al asesinato en agosto pasado de Darya Dugina, una comentarista de 29 años de un canal de televisión nacionalista ruso. La hija de Aleksandr Dugin murió cuando un artefacto explosivo controlado a distancia colocado en su camioneta explotó mientras conducía por las afueras de Moscú. Ella y su padre, un filósofo, escritor y teórico político, apoyaron firmemente la decisión de Putin de enviar tropas a Ucrania.