Las protestas en las carreteras de Brasil comenzaron a diluirse el jueves después de que el presidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, pidió a sus partidarios que despejen los bloqueos que habían montado con filas de camiones tras su derrota en las elecciones presidenciales.

Los bloqueos perdieron fuerza cuando la transición oficial estaba a punto de ponerse en marcha con las primeras reuniones formales entre funcionarios del gobierno y el equipo del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva, que asumirá el cargo el 1 de enero.

Todas las carreteras federales estaban libres de bloqueos el jueves por la noche, según la Policía Federal de Carreteras de Brasil, aunque los manifestantes seguían bloqueando parcialmente las carreteras en 24 lugares de cinco estados, frente a los 126 cierres anteriores.

Las protestas estallaron el domingo después de que Bolsonaro perdió por poco la segunda vuelta frente a Lula y fueron organizadas principalmente por los camioneros, uno de los principales grupos de apoyo del presidente.

Bolsonaro instó a última hora del miércoles a sus partidarios a poner fin a los bloqueos, diciendo en un video en las redes sociales que las manifestaciones eran legítimas, pero que los bloqueos de las carreteras estaban restringiendo el derecho de desplazamiento de la gente y perjudicando la economía.

“Todo el mundo está sufriendo por las carreteras cerradas. Les pido que despejen las carreteras y protesten en otro lugar”, dijo Bolsonaro.

El acceso al puerto de Paranaguá, uno de los más importantes para las exportaciones de granos de Brasil, ya no estaba bloqueado el jueves por la mañana, según las autoridades.

El miércoles, los partidarios de Bolsonaro también se reunieron frente a los cuarteles del ejército en varias ciudades para pedir una intervención de las fuerzas armadas para evitar que el expresidente Lula regrese al cargo.

Su líder ultraderechista ha evitado conceder la derrota, pero autorizó a su jefe de gabinete, Ciro Nogueira, a iniciar el proceso de transición con representantes del equipo de Lula.