El gobierno de Bolivia, presidido por Luis Arce, entregó este domingo su respaldo a la demanda que presentó Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por el presunto genocidio emprendido por Israel en contra de los palestinos debido a la ofensiva militar que se desarrolla desde el pasado 7 de octubre, cuando las milicias de Hamas atacaron dejando múltiples víctimas israelíes y secuestraron personas.

A través de un documento compartido en su cuenta de X (antes Twitter), el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia, aseguró que “valora la histórica acción emprendida por la República de Sudáfrica, que presentó una demanda el 29 de diciembre de 2023 contra la nación judía ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en relación a las violaciones por parte de Israel a sus obligaciones sobre la Convención sobre el Genocidio con el pueblo palestino en la Franja de Gaza”.

Asimismo, el país altiplánico afirmó que la acción emprendida por Sudáfrica, debería estar respaldada por la comunidad internacional.

“Bolivia, comprometida con la paz y la justicia, signataria de la Convención sobre el Genocidio, reconoce que Sudáfrica dio un paso histórico en la defensa del pueblo palestino, un liderazgo y un esfuerzo que debería ser acompañado por la comunidad internacional que clama por el resto a la vida”, señalaron en el comunicado.

La cartera recordó que, junto a Sudáfrica, Bangladesh, Comoras y Yibuti, presentaron el pasado 17 de noviembre una solicitud ante el fiscal de la CIJ “para indagar la situación en el Estado de Palestina”.

El objetivo de la petición apunta a aplicar medidas provisionales argumentando que Israel “ha participado, está participando y corre el riesgo de seguir cometiendo actos genocidas contra el pueblo palestino en Gaza” evidenciando su preocupación “por la difícil situación de los civiles atrapados en los actuales ataques israelíes” en Gaza.

Israel, por su parte, rechazó desde el primer momento esta postura de Sudáfrica y anunció que presentará una apelación ante la CIJ por el “absurdo libelo de sangre” presentado por Pretoria, mientras que su gran aliado occidental, Estados Unidos, considera que el caso presentado por Pretoria no solo es “contraproducente”, sino que carece “de cualquier base o mérito en absoluto”.