A tres meses y 19 días para las elecciones generales en Bolivia que definirán al próximo gobierno para 2020-2025 y que representarían el último paso para, eventualmente, dar por zanjada la crisis política que se desencadenó tras los cuestionados comicios del 20 de octubre pasado que derivaron en la renuncia de Evo Morales, la mandataria interina boliviana, Jeanine Áñez, insiste en evitar que se "disperse el voto" opositor mediante un bloque único para así propinarle un golpe de nocaut al Movimiento Al Socialismo (MAS). Sin embargo, en las últimas semanas al menos 6 candidaturas de la "oposición" han dado señales de que participarán en los comicios del 3 de mayo, mientras los masistas definirán el binomio presidencial este domingo.
"Los bolivianos hemos luchado por una causa: salir de la tiranía. Lo que hemos conseguido fue gracias al patriotismo de jóvenes, mujeres y hombres que salimos a la calle por una Bolivia libre, dispersar el voto, sería menospreciar nuestra lucha", escribió en Twitter la jefa de Estado interina, la semana pasada.
Según el diario paceño La Razón, fue la segunda vez en nueve días en que Jeanine Áñez hace público la preocupación por la división de los votos para las elecciones del 3 de mayo y el riesgo que representaría ante una eventual victoria del MAS. El pasado 2 de enero, Áñez a través de una entrevista con Televisión Universitaria impulsó la idea de llevar a cabo una cumbre política para definir las candidaturas.
"Lo que creo es que nosotros debemos cuidar el proceso. Sí pensaría, si así las condiciones se dan, una cumbre política de líderes políticos porque creo que acá hay un objetivo común en los bolivianos porque no queremos dispersión del voto, no queremos que suceda lo del 20 de octubre", señaló la mandataria en referencia al fraude electoral que no sólo llevó a la salida de la dupla Evo Morales y Álvaro García Linera del país tras casi 14 años de gobierno, sino también una reestructuración en el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
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Foto: AP[/caption]
A pesar de los intentos por formar un bloque único, algo que se había intentado en años anteriores, especialmente en 2018 cuando la oposición liderada por el expresidente Carlos Mesa pretendió agrupar a los partidos políticos para evitar la cuarta reelección consecutiva del MAS lo que nunca llegó a puerto, varias son las candidaturas que ya han sido confirmadas, lo que evidencia una falta de consenso de cara a unos comicios históricos que no contarán con Evo Morales como candidato.
"No es posible pensar en que haya una candidatura de unidad si el mismo electorado está tan dividido. Todos están jugando un cálculo político partidario porque ahora el partido de la mandataria interina (Jeanine Áñez) que son los demócratas también están debatiendo internamente sobre qué lugar van a ocupar en el espectro político. Piden un solo bloque para competir contra el MAS y al mismo tiempo reclaman democracia, o sea, no es posible (un bloque único) porque hay visiones extremas como la del binomio de Luis Fernando Camacho y Marco Pumari y la del candidato surcoreano Chi. Alguien que votaría por Camacho jamás votaría por Carlos Mesa y viceversa. Lo que me parece es que vamos a un escenario en el que independiente va a haber una segunda vuelta electoral, pero se está debatiendo punto por punto (en las encuestas) quién va a competir en ese balotaje con el MAS, pero no creo que esto repercuta en que el MAS vaya a gobernar", señala a La Tercera el politólogo boliviano, Marcelo Arequipa.
Carlos Mesa
El expresidente (2003-2005), de la mano de la alianza Comunidad Ciudadana (CC), se transformó en el principal rival de Evo Morales en las elecciones anuladas de octubre pasado. En primera instancia, Mesa alcanzaba los votos necesarios para lograr una segunda vuelta frente al MAS, algo impensado hace unos años atrás cuando el binomio masista alcanzaba más del 50% de los votos con facilidad. Sin embargo, tras acusaciones de fraude el exmandatario opositor consiguió un 36,5% del respaldo, quedando en segundo lugar. Mesa, quien también se desempeñó como vocero de la demanda marítima contra Chile, fue uno de los primeros políticos en confirmar su candidatura para el 3 de mayo acompañado del cruceño Gustavo Pedraza.
Luis Fernando Camacho
Antes de los comicios de octubre, el nombre del líder cruceño Luis Fernando Camacho era conocido solo en su natal Santa Cruz. Sin embargo, en medio de las movilizaciones que estallaron en Bolivia exigiendo nuevos comicios y la renuncia de Evo, Camacho asumió un rol principal en la política boliviana.
El jefe del Comité Cívico de Santa Cruz emplazó al expresidente a renunciar dando un plazo de 48 horas. Incluso, Camacho viajó a La Paz con una carta de dimisión para el masista donde fue recibido y respaldado por manifestantes. Después de las protestas y tras la llegada de Jeanine Áñez al Palacio Quemado, el propio Camacho acompañó a la exsenadora en el balcón presidencial para saludar a los manifestantes.
Camacho ha estado envuelto en varias polémicas, especialmente tras la filtración de audios en que negociaba con el líder de Potosí, Marco Pumari dinero para conformar un binomio presidencial y después que admitiera en un video que su padre pactó con la policía y el Ejército para que quitaran el apoyo a Evo Morales lo que generó un motín, finalmente Luis Fernando Camacho confirmó su candidatura a la presidencia.
Jorge "Tuto" Quiroga
En un anuncio sorpresivo, el expresidente (2001-2002) anunció el jueves su tercera candidatura presidencial tras renunciar como vocero internacional del gobierno interino.
"Tuto" intentó regresar al Palacio Quemado en 2005 acompañado de Poder Democrático y Social (Podemos), donde alcanzó el segundo lugar y 2014 de la mano del Partido Demócrata Cristiano (PDC) donde llegó al tercer lugar.
A pesar que el expresidente nunca se alejó directamente de la política ya que era uno de los opositores al gobierno de Evo Morales con más peso en Bolivia y ocupó un lugar importante en la crisis venezolana al respaldar a la oposición, la candidatura que lanzó fue sin un partido político y sin anunciar su vicepresidente lo que se definiría en las próximas semanas.
Chi Hyun Chung
Chi Hyun Chung irrumpió en la recta final de las elecciones generales de octubre y se transformó en la gran "sorpresa". Fue candidato por el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y alcanzó el tercer lugar en los comicios anulados después de Carlos Mesa.
El político conservador es denominado el "Bolsonaro" boliviano por polémicas declaraciones como "a la mujer se la tiene que educar para que se comporte como mujer" o la idea de tratamientos psiquiátricos para la comunidad LGTBI+.
Este pastor evangélico que nació en Corea del Sur, pero que se nacionalizó boliviano alcanzó en una reciente encuesta de intención de voto un 8,1%. Sin embargo, Chi no cuenta con el respaldo del PDC por lo que no tiene una "sigla oficial".
Otros candidatos
Además de las cuatro candidaturas principales, existen dos cartas presidenciales que han destacado en las últimas semanas. Una de ellas es la del gobernador de La Paz y líder del Movimiento Tercer Sistema (MTS), Félix Patzi y la de Israel Rodríguez por el Frente por la Victoria (FPV). Ambos partidos -junto a otros tres- habrían perdido su sigla si se hubieran mantenido los resultados del 20 de octubre ya que no obtuvieron más del 3% de respaldo en las urnas.
Movimiento Al Socialismo (MAS)
Una de las incógnitas que envuelve el proceso electoral es el binomio del MAS, el expartido oficialista que gobernó los últimos años se encuentra dividido entre lo que se considera un ala "radical" y una "conciliadora".
Tras la salida de Evo Morales del país, varias autoridades masistas renunciaron a sus cargos y se asilaron en embajadas como la de México en La Paz. Ante esto, el expresidente asumió las labores de "jefe de campaña" tarea que cumple desde su asilo en Argentina. El próximo 19 de enero, el MAS llevará a cabo un cónclave para decidir el binomio presidencial. Entre las cartas estarían: el líder cocalero, Andrónico Rodríguez; los exministros de Relaciones Exteriores, Diego Pary y David Choquehuanca; la senadora Adriana Salvatierra; y el exministro de Economía, Luis Arce.