En plena campaña electoral, el Presidente de Bolivia Evo Morales sobrevoló el martes las zonas afectadas por los incendios forestales en el departamento de Santa Cruz, pero su labor no quedó ahí. Vestido con el overol azul de los brigadistas y equipado con mangueras y palas, el mandatario boliviano trabajó en la Chiquitanía, la llanura boliviana emplazada en la Amazonía que vive una emergencia ante el avance del fuego. Hace al menos 25 días, la ciudad de Roboré mantiene focos activos que han consumido más de 80.000 hectáreas y los ciudadanos culpan a las políticas del gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) por los incendios que no logran controlar a sólo dos meses de las elecciones generales.
"He decidido (una) pausa ecológica en la zona de la Chiquitanía, en lugares afectados. ¿Qué significa eso? Prohibida la venta de tierras". Así el mandatario boliviano explicó en plena zona de catástrofe que la medida implicará una evaluación de la zona y la preparación del post incendio. Ante esto, la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) dispuso la suspensión de desmontes y quemas. Según el mandatario, el incendio ha consumido más de un millón de hectáreas, de las que el 33% es bosque y el resto pastizales.
Evo Morales, que lleva 13 años en el poder y busca su tercera reelección consecutiva, ha sido acusado de "ecocidio" por diversas organizaciones ambientales que culpan a la Ley 741 emitida en 2016 y al decreto supremo 3973 aprobado en julio pasado por el mandatario boliviano, de aumentar los incendios, ya que la normativa permite el "chaqueo", como es conocido en Bolivia la quema controlada de pastizales con fines agrícolas, "una práctica ancestral".
Según el diario paceño Página Siete, más de 80 organizaciones sociales, especialistas y ciudadanos han presionado para declarar desastre ambiental en la zona y recibir ayuda internacional. Sin embargo, Evo Morales rechazó declarar emergencia nacional.
El vicepresidente y compañero de fórmula de Evo, Álvaro García Linera, señaló que los incendios "vienen por temporadas" y que las quemas se dan porque hay sequía y falta de agua en zonas agrícolas. Además, García Linera sostuvo que "el país ya está declarado como zona de emergencia".
Impacto en campaña electoral
La emergencia forestal se dio en plena campaña electoral de cara a las elecciones generales del 20 de octubre. Según la agencia The Associated Press, centenares de jóvenes se han manifestado en varias ciudades del país para exigir mayores acciones del gobierno en medio de las críticas de la oposición boliviana, que acusa un "aprovechamiento" de la crisis por parte del oficialismo.
A pesar de la solicitud de agrupaciones ambientalistas, el gobierno boliviano negó derogar la ley de "chaqueo". "No creemos que sea necesario. Las normas no son una causa directa. Estas prácticas vienen de muchos años y lo que queremos es que haya quemas controladas", señaló el ministro del Medio Ambiente, Carlos Ortuño.
La polémica se sumó a las declaraciones del jefe de Estado boliviano, que dijo no necesitar "limosnas" de otros países, en alusión a las ayudas internacionales para combatir los incendios. Sin embargo, suspendió la campaña por el momento. "La respuesta ciudadana es de indignación y mayor distanciamiento respecto de Evo Morales y el MAS. Las fotos y acciones comunicacionales (del oficialismo) son un intento de minimizar el daño a la imagen, aprobación e intención del voto, que han provocado los incendios y las primeras reacciones gubernamentales sobre el ecocidio en la Amazonía", dijo a La Tercera el analista político boliviano, Carlos Cordero.
En tanto, el politólogo Marcelo Arequipa sostiene que "el alcance del tema mediambiental no es tremendamente significativo como para variar las proporciones de los votos y decir que Evo Morales va a perder, pero ciertamente afecta. Los que se están movilizando por los incendios son casi todos los que antes se movilizaban por el tema del referéndum del 21-F. Pero uno de los temas que llama la atención es ¿quién o quiénes de la oposición política están capitalizando a ese votante indignado por el medioambiente?".
La última encuesta publicada el lunes por Ipsos para RTP, sostiene que Evo Morales alcanzaría el 31% de los votos y el expresidente Carlos Mesa un 28% en la primera vuelta. En Bolivia, la Ley de Régimen Electoral estipula que el candidato vence cuando logra más del 50% de los votos o un 40% del respaldo con una diferencia de 10 puntos con el segundo lugar. Ante este escenario, el sondeo estima que habría un balotaje en el que el candidato de Comunidad Ciudadana (CC) vencería con el 46% de los votos al mandatario boliviano.