En los primeros ocho días del año, la policía boliviana denunció que han levantado de las calles al menos 40 cadáveres con sospecha de Covid-19. La mayoría de los cuerpos corresponderían a personas que estaban en búsqueda de atención médica y que no lograron ser hospitalizados, lo que revive la crítica situación que registró Bolivia en la primera ola.
El director de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (Felcc), Douglas Uzquiano, aseguró a la prensa local que 24 de los cadáveres fueron encontrados en La Paz, varios de los cuales tenían diagnóstico de coronavirus y algunos eran habitantes de El Alto, que se trasladaron a la ciudad ante la falta de camas disponibles en su urbe.
“Algunas personas van a La Paz en una peregrinación para buscar centros médicos”, señaló Uzquiano.
El último reporte epidemiológico revela un escenario crítico: 1.910 nuevos casos diarios el jueves, la cifra más alta desde el peak de más de 2 mil nuevos contagios que alcanzó el país entre julio y agosto pasado.
La inminente segunda ola tiene como principales “zonas rojas” al departamento de Santa Cruz, con 638 nuevos casos en 24 horas, La Paz con 630, Cochabamba con 206 y los otros seis departamentos mantienen entre 39 a 109 infectados diarios.
Sin embargo, este sería solo el inicio de un alza en la detección de contagios, ya que el gobierno señaló que los nuevos infectados se podrían “triplicar” debido a que el 10 de enero llegarán nuevos insumos para realizar más exámenes.
El ministerio de Salud boliviano informó un total de casi 169 mil casos y 9.300 fallecidos por el virus.
Durante este viernes, el Índice de Alerta Temprana (IAT) anunció que 24 municipios del país están en “alto riesgo” de contagios. Por esto, solicitaron implementar medidas más estrictas para controlar la propagación del coronavirus.
La tendencia al alza de los contagios se da después de tres meses en una caída sostenida de la pandemia. Por esto, en diciembre, el Presidente Luis Arce anunció el levantamiento de las restricciones a eventos masivos.
Ante los rebrotes, en las últimas horas, el Ejecutivo, que cumplió dos meses de gobierno, confirmó la suspensión de las fiestas del carnaval en todo el país.
El mandatario boliviano señaló el jueves que “en el transcurso de enero llega un primer lote de vacunas Sputnik V y entre marzo y mayo se completarán hasta 5,2 millones de dosis”, lo que pondrá en marcha la campaña de inoculación para 2,6 millones de bolivianos.