En su primer discurso en el Día de la Independencia, el Presidente Jair Bolsonaro usó el lema de su campaña de 2018, “Brasil sobre todo y Dios sobre todo”, en un discurso para TV Brasil.

“Lo que está en juego es nuestra libertad, nuestro futuro”, señaló, citado por el diario O Globo.

En tono de candidato, dijo que “más que el bicentenario (de la Independencia), es la democracia, la libertad de un pueblo”, afirmó, sobre los festejos cívicos: “basta ver lo que está pasando en Sudamérica y en otros países”.

El mandatario volvió a llamar a la gente a acudir a las manifestaciones de hoy: “salgan a la calle, todavía hay tiempo, en verde y amarillo, los colores de nuestra bandera, para celebrar la tierra donde vivimos”, dijo.

Bolsonaro también defendió los logros de su gobierno, como la reducción del precio de la gasolina. “Cuando llegamos al poder en 2019, el patriotismo resurgió en Brasil”.

“La historia puede repetirse”

Durante el desayuno en el Palacio de Alvorada, Bolsonaro dijo que “la historia puede repetirse”, tras citar varios momentos de ruptura democrática en el país, como el golpe militar de 1964.

“Quiero decir que los brasileños pasaron por momentos difíciles, la historia nos muestra. El 22, 35 (Intentona Comunista), 16, 18 y ahora, 22. La historia puede repetirse. El bien siempre venció al mal”, afirmó, según consigna el diario Folha de Sao Paulo.

“Estamos aquí porque creemos en nuestra gente y nuestra gente cree en Dios. Estoy seguro que, con perseverancia, haciendo todo lo posible (…), seguiremos orgullosos del futuro que les dejaremos a estos niños que están ahí”, agregó.

También mencionó el año en que la petista Dilma Rousseff sufrió un impeachment y el actual, cuando se presenta a la reelección teniendo a Lula (PT) como su mayor rival.

El discurso tuvo lugar durante el desayuno en el Palacio de Alvorada, en el que Bolsonaro recibió a ministros, parlamentarios y empresarios investigados por el Supremo Tribunal Federal.

En tanto, Lula publicó en redes sociales: “Tengo fe en que Brasil recuperará su bandera, soberanía y democracia”.

Bolsonaro, rezagado en los sondeos para los comicios del 2 de octubre, ha instado a los brasileños a tomar las calles, y se espera que decenas de miles de sus seguidores acudan a Brasilia, Sao Paulo y su ciudad natal, Río de Janeiro, en una demostración de fuerza. El Ejército tenía previstos desfiles en la capital y en Río, con asistencia del mandatario.

“Bolsonaro y sus seguidores han convertido este en el día más importante de toda la campaña. De modo que tendrá que ofrecer algo jugoso”, dijo Brian Winter, vicepresidente de política en Americas Society/Council of the Americas, citado por The Associated Press. “Pero todo el mundo quiere saber si cruzará esa línea y creará una auténtica crisis institucional”.

Tras un desfile militar en Brasilia, Bolsonaro asistirá a otra demostración en Río a lo largo de la playa de Copacabana, donde suelen manifestarse sus seguidores. Esa última incluirá saludos con rifles, fuego de cañones, exhibición aérea, paracaidistas y buques de guerra fondeados en el mar.

Pero Río no tendrá el gran desfile que había anunciado Bolsonaro en lugar del acto no partidista que se celebra cada año en el centro de la ciudad. El alcalde y la cúpula militar acordaron una demostración más modesta en la zona de playa elegida por el presidente.