Jair Bolsonaro recibió este miércoles una nueva buena noticia tras las elecciones del domingo en Brasil, en las que arrasó con el 46% de los votos. La encuestadora Datafolha, la más creíble del país, difundió su primer pronóstico de cara al balotaje del 28 de octubre y le otorgó al candidato ultraderechista una ventaja de 16 puntos porcentuales respecto de Fernando Haddad.
El sondeo, el primero tras la primera vuelta, le dio a Bolsonaro un 58% de intención de voto, frente a un 42% de Haddad. En la antesala de las elecciones del domingo, Datafolha pronosticó que ganaría con el 40% de los votos válidos, mientras que el candidato del PT lograría un 25%. Aunque Haddad finalmente consiguió un 29%, este porcentaje prácticamente está en el margen de error.
Para Haddad, la encuesta significa una nueva derrota, justo cuando intenta armar una alianza de centroizquierda y un movimiento contra Bolsonaro. Sin embargo, el dirigente del PT se ha encontrado con el hecho de que varias de las más importantes figuras políticas de Brasil, como el expresidente Fernando Henrique Cardoso, han dicho que no votarán por ninguno de los dos.
En la víspera de la segunda vuelta de 2010, Datafolha le otorgó a Dilma Rousseff un 52% de apoyo y un 49% para el socialdemócrata Aécio Neves. Los resultados le dieron la razón a la encuestadora: Dilma ganó con un 51,6% y su rival logró un 48,3%.
Lo mismo ocurrió en 2014, año en que Rousseff se jugó su reelección. La encuesta de Datafolha previa al balotaje de ese año le dio a la entonces Presidenta petista un 55% de intención de voto, frente a un 45% de su contrincante, el socialdemócrata José Serra. Finalmente, Dilma se impuso con un 56%, mientras que su rival sacó un 43,9%.
La nueva encuesta de Datafolha fue realizada en 227 municipios, de un total 5.564. El sondeo excluyó a los blancos, nulos e indecisos, en el porcentaje que le otorgó a Bolsonaro y Haddad. De acuerdo con la encuestadora, para la segunda vuelta los blancos y nulos suman 8%, mientras que apenas 6% se declaró indeciso.
En cuanto a la distribución regional, Bolsonaro se impondría en prácticamente la totalidad de Brasil. Tal como ocurrió en la primera vuelta, Haddad sólo ganaría en el noreste, el histórico bastión del PT, por 52% a 32%.
A juicio de los analistas, lo que está en juego en la segunda vuelta es el 33% de los electores que no votaron por ninguno de los dos candidatos. Los 11 candidatos que quedaron fuera de competencia obtuvieron el 24,69%, los que sumados a los nulos (6,14%) y los blancos (2,65%) dan el 33%. En los estos comicios la abstención alcanzó el 20,3%, la tasa más alta desde 2002, según consignó la Agencia Brasil.
De acuerdo con la prensa brasileña, la pelea ahora no sólo estará en el centro político, sino que a nivel territorial en el sudeste. En Minas Gerais, Bolsonaro logró un 48% y Haddad un 28%, mientras que en Espírito Santo, el candidato ultraderechista obtuvo un 55% y el abanderado petista un 24%. En otros estados clave de esta zona, como Río de Janeiro, Bolsonaro ganó cómodamente con un 60%, mientras que en segundo lugar quedó Ciro Gomes, con 15%. En Sao Paulo, el excapitán logró un 53% y su rival un 16%.
El problema para Haddad es que todo se le pone cuesta arriba porque Bolsonaro se impondría en el sudeste, la región más habitada, por 55% a 32%. A su vez, en el sur ganaría por 60% a 26%, en el centro-oeste por 59% a 27% y en el norte por 51% a 40%.
Entre las mujeres, Bolsonaro tiene un 42% de respaldo y entre los hombres un 57%. Pero Haddad, insiste en que dará la pelea.