El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ingresó la noche del lunes en un hospital en Brasilia para realizarse unos exámenes tras sentir un nuevo malestar consecuencia de la puñalada que recibió en 2018, informó la prensa y uno de sus hijos.
Bolsonaro, de 67 años no compareció, como estaba previsto, al acto de afiliación de dos de sus ministros al partido Republicanos. “Estoy seguro de que el presidente está bien, solo son algunos exámenes que está haciendo, por eso no está aquí”, dijo durante el acto el diputado Marcos Pereira, presidente de la formación.
Según el sitio de noticias G1, la primera dama, Michelle Bolsonaro, quien sí asistió al evento, dijo que el mandatario “está bien”, y el ministro de Comunicación, Fabio Faria, explicó que Bolsonaro sintió un “malestar”.
El mismo medio afirmó que el presidente permanecerá la noche en el hospital de las Fuerzas Armadas en Brasilia.
Uno de los hijos del mandatario, el senador Flavio Bolsonaro, escribió en Twitter que las consecuencias del “intento de asesinato” del que Bolsonaro fue víctima un mes antes de la primera vuelta de las presidenciales de octubre de 2018 “siguen trayendo problemas de salud” al mandatario.
Bolsonaro fue apuñalado en el abdomen en medio de la multitud durante un acto de campaña callejero en el estado de Minas Gerais (sureste de Brasil). Su atacante, un hombre con problemas mentales, le perforó varias veces el intestino.
“Pero el mal nunca ganó y nunca ganará al bien! #RezandoPorElPresidente”, escribió el senador.
El Secretario Especial de Cultura, Mario Frias, escribió también en Twitter que está “orando” por Bolsonaro.
Problemas de salud
Debido a esa puñalada, el gobernante ultraderechista pasó por al menos cuatro cirugías, entre ellas la colocación y posterior retirada de una bolsa de colostomía, que lo volvió más proclive a sufrir trastornos intestinales.
En enero, Bolsonaro fue internado dos días en Sao Paulo por una obstrucción intestinal. En ese momento, el equipo médico que sigue al presidente desde 2018 dijo que el problema había sido causado por un camarón mal masticado y descartó la realización de una nueva cirugía.
Bolsonaro, en el poder desde 2019, también fue ingresado en julio del año pasado para ser tratado por una obstrucción intestinal. En esa ocasión, permaneció cuatro días en el hospital y tampoco precisó ser operado.
Además, el mandatario se ha sometido a otros procedimientos no relacionados con ese ataque durante su presidencia, entre ellos una cirugía para retirarle un cálculo renal.
Bolsonaro, un escéptico del Covid-19 que hizo campaña contra las medidas de cuarentena porque dañaban en exceso la economía y que asegura que no se ha vacunado, contrajo el virus en julio de 2020, del que se recuperó tras presentar síntomas leves.
El mandatario aspira a la reelección en los comicios del próximo octubre, en los que se medirá muy probablemente con el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
Según una encuesta publicada la semana pasada por la consultora Datafolha, Bolsonaro perdería las elecciones en la segunda vuelta con 34% de los votos, frente a 55% para Lula.