El Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el presidente del Partido Liberal (PL), Valdemar Costa Neto, interpusieron una demanda ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) para invalidar los votos de algunas máquinas de votación electrónica en las elecciones del mes pasado, informó el martes CNN Brasil.
La denuncia afirma que hubo “inconformidades irreparables” en las máquinas de votación con el potencial de “manchar” la elección que resultó en la victoria del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, indicó la cadena televisión. Se trata de los modelos de urnas UE2009, UE2010, UE2011, UE2013 y UE2015, que son más antiguos, agrega.
Firmada por el abogado Marcelo Luiz Ávila de Bessa, la demanda cita el informe de auditoría técnica realizado por el Instituto Voto Legal, contratado por el PL, que habría encontrado “pruebas concluyentes de mal funcionamiento de las máquinas de votación electrónica”.
Los supuestos problemas habrían quedado registrados en los archivos “logs de las urnas”, que configuran “el verdadero código de identificación de la máquina de votación electrónica”.
“Todas las urnas de los modelos de fabricación UE2009, UE2010, UE2011, UE2013 y UE2015 indicaban idéntico número de LOG, cuando en realidad debían presentar un número de identificación individualizado”, señala la representación. Los modelos en cuestión suman 352.125 urnas.
Solo las urnas modelo UE2020 serían perfectamente auditables, asegura el PL. “Solo las máquinas de votación electrónica modelo UE2020 generaron archivos LOG con el número correcto del respectivo código de identificación”, indica la demanda. Este modelo más reciente cuenta con 224.999 urnas, lo que representa el 40,82% del total. En ese universo, según el cálculo de la colectividad, Bolsonaro habría ganado con el 51,05% de los votos.
“Los votos válidos y auditables de la segunda vuelta de las elecciones de 2022 dan fe de un resultado diferente al anunciado por el TSE el 30/10/22, otorgando una posición preferencial del 51,05% de la población al Presidente Jair Bolsonaro”, detalla la acción del PL. En el balotaje del 30 de octubre, Lula se impuso con el 50,90% de los votos, contra el 49,10% del actual mandatario.
El sábado pasado se difundió un video en el que Valdemar dijo que no pediría la anulación de la elección. “Nada de tener una nueva elección, nada de trastornar la vida del país. Pero hay unas urnas que hay que revisar y vamos a presentar nuestra nueva propuesta al Tribunal Superior Electoral el martes. Por el estudio que hicimos, hay varias urnas que no pueden ser consideradas”, argumenta. En el video dice que tiene todo probado y registrado ante notario, precisa el diario Folha de Sao Paulo.
El presidente del PL también afirmó que había discutido los supuestos problemas en las urnas con el juez Sandro Nunes Vieira, quien actuó en el TSE y fue juez auxiliar de la presidencia del tribunal hasta agosto. El juez, sin embargo, negó haber tenido esta conversación en una nota difundida el domingo. “Sobre el tema, vengo a aclarar que nunca tuve contacto personal con el presidente del Partido Liberal. Como juez, no emito opiniones públicas ni juicios de valor sobre procesos de connotación política”, dice la nota del juez.
Según el periódico paulista, días antes de la primera vuelta de las elecciones, el partido ya había divulgado un dictamen del Instituto Voto Legal. Denominado “resultado de la auditoría de conformidad del PL en el TSE”, el documento presentado por la colectividad tiene dos páginas y señala que “el marco de retraso encontrado en el TSE” genera “vulnerabilidades relevantes” y puede derivar en una invasión interna o externa de los sistemas electorales. “Con un grave impacto en los resultados de las elecciones”, señala el partido.
El PL remitió una Representación Electoral para Verificación Extraordinaria a la corte, que está bajo la relatoría de la ministra Cármen Lúcia. La acción, sin embargo, ya fue respondida este martes por el presidente del TSE, ministro Alexandre de Moraes, quien pidió que el partido también presente los datos referentes a la primera vuelta de las elecciones, informó el portal UOL. Según Moraes, las urnas mencionadas por la colectividad de Costa Neto también fueron utilizadas en la votación del 2 de octubre.
“Las urnas electrónicas indicadas en la petición inicial fueron utilizadas tanto en la primera vuelta como en la segunda vuelta de las elecciones de 2022. Así, bajo pena de desestimación de la petición inicial, el autor deberá añadir a la petición inicial para que la solicitud cubre las dos vueltas de las elecciones, en un plazo de 24 horas”, determinó Moraes.
La petición del partido es invalidar los votos, pero sólo en la segunda vuelta. En la primera vuelta, el PL eligió a 99 parlamentarios, recordó UOL.
A pesar de la demanda, no hay evidencia de fraude o problemas técnicos en el sistema de votación brasileño, señala el medio brasileño. La seguridad de las urnas ya fue comprobada por el TCU (Tribunal de Cuentas de la Unión), la OAB (Orden de Abogados de Brasil) y por las Fuerzas Armadas. Tres misiones internacionales de observación electoral también emitieron informes preliminares que dan fe de la seguridad de las máquinas de votación electrónica, poco después de la primera vuelta.
Desde la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) en las elecciones de este año, los bolsonaristas han impugnado el resultado del pleito. Los partidarios de Bolsonaro cerraron carreteras y realizaron protestas frente a los cuarteles pidiendo “intervención federal” o “militar”.
De hecho, la presentación de la demanda ante el TSE generó cuestionamientos de otros partidos políticos y la prensa brasileña. “No pude seguir el pronunciamiento, entonces no tengo información precisa de eso. Lo que sí tengo es el conocimiento nacional de que el resultado y el reporte de urnas válidas son los del 30 de octubre, cuando abrieron las urnas y la victoria fue dada al presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva. Considero que ese hecho es incuestionable”, dijo el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco (PSD).
La presidenta nacional del PT, Gleisi Hoffmann, el PSDB y el PSOL también reaccionaron al pedido del PL que busca invalidar votos de la segunda vuelta de la elección presidencial en urnas fabricadas hasta 2020. La diputada defendió que la acción sea “castigada como litigio de mala fe”. Hoffmann señaló que la elección fue “decidida en el voto” y que “Brasil necesita paz para construir un futuro mejor”.
El Partido de la Social Democracia Brasileña dijo que la acción era “una insensatez y tendrá la objeción de nuestras instituciones, de la comunidad internacional y de la sociedad brasileña”. La colectividad recordó que el sistema electoral brasileño “ya eligió líderes del centro, de la derecha y de la izquierda utilizando la urna electrónica”.
El PSOL, por su parte, señaló que se trata de otra “maniobra de golpistas” y que la acción no respeta el voto popular. El partido también “mandó a avisar” que “Lula asumirá el cargo el 1 de enero”.
Similar tono utilizó el diario Folha de Sao Paulo, al comentar que el “PL avala golpe de Bolsonaro y usa informe sin pruebas para pedir invalidación de votos”. Por su parte, UOL tituló: “Sin pruebas de fraude, el partido del presidente llama al TSE a cuestionar la votación”.
Según Carolina Brígido, columnista de este último medio, “la acción del PL de Bolsonaro contra el resultado de las urnas debería naufragar rápido”. “Si el partido de Bolsonaro no quiere cuestionar también el resultado de la primera vuelta, no tiene sentido decir que la segunda vuelta estuvo amañada. Por lo tanto, si el PL no amplía el alcance de la solicitud de investigación, el caso será archivado”, apunta.
Y agrega: “Con pocas posibilidades de prosperar legalmente, la acción del PL tendrá utilidad política. El cuestionamiento formal al TSE alimenta los crecientes movimientos en todo el país de apoyo a Bolsonaro y de repudio a la victoria de Lula. Al cerrar la discusión desde el principio, el TSE evitaría dar más alas a la teoría conspirativa de que la corte manipuló los resultados de las urnas”.
Antecedentes existen. En 2014 y tras la ajustada victoria de Dilma Rousseff, su contrincante, Aécio Neves, impugnó el resultado sin éxito. El Tribunal Superior Electoral rechazó sus argumentos. Sin presentar casos concretos, en esa oportunidad la dirección del PSDB, el partido del candidato derrotado, citó la “incredulidad sobre la confiabilidad del conteo de votos y la infalibilidad de la urna electrónica”.