El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dio este jueves marcha atrás en sus ataques contra las instituciones de justicia y aseguró que sus recientes declaraciones contra la Corte Suprema fueron pronunciadas en el “calor del momento”.
“Mis palabras, a veces contundentes, fueron pronunciadas en el calor del momento”, dijo en una declaración escrita el mandatario ultraderechista.
Bolsonaro redobló el martes sus ataques al Supremo Tribunal Federal (STF) frente a miles de seguidores, que salieron a las calles a manifestarle su apoyo con motivo del Día de la Independencia.
El presidente está enfrentado desde hace semanas a la Corte Suprema, que abrió varias investigaciones contra él y su entorno, entre otros motivos por propagación de informaciones falsas.
“No queremos una ruptura. No queremos pelearnos con ningún poder. Pero (...) no podemos permitir que una persona coloque en riesgo nuestra libertad”, dijo el martes, en alusión al juez del tribunal que lleva el caso, Alexandre de Moraes.
“O bien el jefe del STF coloca a (este juez) en su lugar, o bien este poder sufrirá las consecuencias que nadie quiere”, añadió.
Aunque reunió a unas 125.000 personas en la principal manifestación en Sao Paulo, según la policía, el mandatario se quedó lejos de los “dos millones” que había esperado congregar.
En un tono conciliador inhabitual, Bolsonaro aseguró en su declaración escrita que nunca tuvo “ninguna intención de agredir a ningún poder”.
“Reitero mi respeto por las instituciones de la República, fuerzas motoras que ayudan a gobernar el país”, dijo.