El Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva ya depositaron sus votos en las elecciones presidenciales que celebra este domingo el país sudamericano con el antiguo presidente como claro favorito.

Tras depositar su papeleta en un colegio de Río de Janeiro, Bolsonaro se mostró convencido de que se llevará la victoria en primera vuelta y que las elecciones se desarrollarán sin problemas.

“Estoy seguro de que serán unas elecciones limpias y que ganaremos con el 60% de los votos”, aseguró en comentarios recogidos por Estadao.

El Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, habla con la prensa cuando llega a un colegio electoral para votar en las elecciones generales en Río de Janeiro, el 2 de octubre de 2022. Foto: AP

Por su parte, Lula hizo acto de presencia en el colegio electoral de la Escuela Firmino Correia de Araújo, en Sao Bernardo do Campo, en Sao Paulo. Tras la votación, todavía en curso, Lula daría una breve conferencia de prensa y acompañará el recuento de votos en un hotel de la región central de la capital paulista.

Los colegios electorales de Brasil abrieron sus puertas a las 08.00 de la mañana en el comienzo de la primera vuelta de las elecciones que enfrentan al actual mandatario, Jair Bolsonaro, contra el favorito y expresidente Luiz Inácio Lula como principales candidatos a gobernar el país.

“¡Comienza el primer turno de las elecciones generales 2022! La justicia electoral desea una buena votación a todas y todos los brasileños. Cuenten con nuestro trabajo”, anunció en Twitter el Tribunal Superior Electoral de Brasil. Las urnas estarán abiertas hasta las 17.00 y el conteo de votos se espera a partir de las 18.00, según el portal G1 de Globo.

Más de 150 millones de brasileños están citados para dirimir una de las elecciones más polarizadas que se recuerdan en el país, pero al mismo tiempo una con los resultados previsiblemente más claros, según han ido revelando las encuestas que desde hace meses no han cuestionado la victoria del expresidente Lula, quien podría incluso vencer en primera vuelta.

Desde que el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) recuperó sus derechos políticos tras ser anuladas sus condenas, no ha habido sondeo que no le haya puesto de nuevo en el Palacio del Planalto 12 años después.

Consciente de ello, el aspirante a la reelección por el Partido Liberal (PL), Jair Bolsonaro, ha centrado su campaña en poner en duda el sistema electoral brasileño y en recordar el pasado con la Justicia de su rival, al tiempo que hacía frente a una pronunciada caída de su popularidad, siempre en entredicho, aunque todavía más tras su gestión de la pandemia.

Brasil decidirá su futuro en un momento en el que tiene que lidiar con índices récord de inflación, una desigualdad de tiempos anteriores, el desempleo, y los estragos de la pandemia, mientras existe el temor de que Bolsonaro no reconozca los resultados de las elecciones, después de que haya estado apelando en numerosas ocasiones al Ejército y poniendo en duda al Tribunal Supremo.