La presidenta de Perú, Dina Boluarte, se mostró optimista este domingo sobre la economía del país en un discurso ante el Congreso por el Día de la Independencia, en el que predijo un crecimiento económico mayor al esperado y anunció que convocaría formalmente las elecciones previstas para 2026 en abril próximo.
Boluarte, que enfrenta acusaciones de corrupción y abuso de poder, asumió el cargo a fines de 2022 después de la destitución y arresto de su predecesor, Pedro Castillo, quien intentó disolver el Congreso, pero protestas sociales en los primeros meses de su administración dejaron al menos 50 fallecidos y frenaron el clave sector minero.
La economía del tercer mayor productor mundial de cobre, que durante años fue una de las de mejor desempeño de Sudamérica, se contrajo un 0,6% el año pasado, debido a efectos adversos del fenómeno climático de El Niño, menor inversión privada y protestas sociales.
Boluarte pronosticó ante los legisladores que el crecimiento de la economía en 2024 será superior al previsto del 3,1% y enfatizó que las condiciones que han hecho posible la reactivación de sectores clave como la minería y la manufactura “se mantendrán a lo largo del año”.
“Este sólido desempeño refleja la resiliencia de la economía peruana. Nos comprometimos a recuperar nuestra capacidad de crecimiento y en ese camino estamos”, manifestó.
La gobernante tiene un respaldo de sólo 5% de los peruanos, según varias encuestas, el mas bajo actualmente entre los mandatarios de América Latina.
En su discurso, en el que habló sobre su gestión del último año, la presidenta destacó la recuperación de la inversión y anunció que el Gobierno adjudicará en lo que queda de año 17 proyectos de infraestructura por 3.200 millones de dólares.
Para dar un mayor impulso a las inversiones, Boluarte dijo que enviará al Congreso un proyecto de ley para crear un nuevo portafolio estatal, el ministerio de Infraestructura. Y en busca de mejorar la eficiencia administrativa agregó que enviará otro proyecto para fusionar “dos pares de ministerios”.
“Sectores ideologizados”
La presidenta señaló que el anunciado reinicio del proyecto de cobre Tía María de la firma Southern Copper “tiene importancia vital” para relanzar la inversión minera en Perú, que cayó un 10,2% el año pasado, según el banco central.
El proyecto de 1.400 millones de dólares estuvo postergado tras protestas de comunidades por temores de impacto ambiental, que dejaron seis muertos entre el 2011 y el 2015.
“Tía María no constituye un proyecto impuesto, eso es una falsa narrativa enarbolada por reducidos sectores ideologizados que se resisten a admitir que la minería es la actividad que afianza el crecimiento económico de nuestro país”, dijo.
Mientras la mandataria ofrecía su discurso, cientos de personas que realizaban una marcha en su contra, intentaron llegar a la sede del Congreso, pero la policía evitó su avance.
Boluarte, de 62 años y que enfrenta constante pedidos de su renuncia por parte de partidos de izquierda y un sector de la población, dijo que convocará en abril próximo, “como manda” la Constitución, a las elecciones generales para el 2026.
“Así, el Perú revitalizará su institucionalidad y su democracia, mediante el acto soberano de los ciudadanos para elegir a sus autoridades”, dijo la presidenta, cuyo gobierno se sostiene gracias al apoyo de legisladores de derecha que dominan el Congreso, que tiene también un bajo nivel de popularidad.
La mandataria fue denunciada en mayo ante el Congreso por la fiscalía por el presunto delito de “cohecho” y enriquecimiento ilícito vinculado a un caso de uso indebido de relojes de lujo Rolex, en un escándalo político que mermó su popularidad.
Además, es investigada por la fiscalía por los presuntos delitos de “genocidio, homicidio calificado y lesiones graves” durante las protestas antigubernamentales que dejaron mas de 50 muertos en los primeros meses de su mandato.
Boluarte ha negado las acusaciones de corrupción y abuso de autoridad, y dice que en las protestas las Fuerzas Armadas actuaron de forma proporcional frente a manifestantes violentos que quemaron instalaciones de instituciones públicas y privadas.