Los bomberos griegos luchaban este domingo contra un incendio forestal al sur de Atenas en medio de fuertes vientos, apenas unas horas después de haber logrado contener las llamas en una zona montañosa también cercana a la capital, así como en una isla del mar Egeo.
Decenas de bomberos, apoyados por 17 aviones de transporte de agua, trabajan en controlar el nuevo incendio ubicado en una zona poco poblada cerca de la ciudad de Keratea, a unos 35 kilómetros al sur de Atenas.
La televisión griega mostró al menos una casa en llamas mientras se elevaba el humo de los pinos y olivos que ardían.
En un clima caluroso y ventoso en gran parte de Grecia, se declararon decenas de incendios forestales durante el fin de semana y las autoridades recomendaron a la población que se mantuviera alejada de las zonas boscosas.
Los bomberos seguían trabajando en la isla de Serifos, donde el sábado se declaró un incendio entre la vegetación baja que se propagó rápidamente, avivado por fuertes vientos, dañando casas y provocando la evacuación de varias aldeas.
El incendio, que en un momento dado se extendió a lo largo de 15 kilómetros, causó daños en casas de vacaciones y almacenes, afirmó el alcalde de la isla, Kostas Revinthis, a la televisión griega.
Otro incendio en el bosque montañoso de Parnitha, cerca de una reserva natural a las afueras de Atenas, había remitido el domingo por la mañana, según las autoridades.
No se espera que los fuertes vientos amainen hasta más tarde, según los meteorólogos.
Los incendios forestales son habituales en el país mediterráneo, pero se han vuelto más devastadores en los últimos años a medida que los veranos se han vuelto más calurosos, secos y ventosos, lo que los científicos relacionan con los efectos del cambio climático.