El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció el miércoles que en 2022 se llevará a cabo una investigación independiente, reclamada desde hace tiempo por la oposición, sobre su criticada gestión de la pandemia de coronavirus.
“Ante una tragedia así, el Estado tiene la obligación de examinar sus acciones con el mayor rigor y honestidad posibles, y aprender de ellas para el futuro. Por eso siempre he dicho que cuando llegue el momento debe haber una investigación completa e independiente”, afirmó ante los diputados.
“Puedo confirmar hoy que el gobierno establecerá una investigación pública independiente” con capacidad para “tomar declaraciones orales, en público y bajo juramento”, precisó.
Y dijo que el “momento adecuado” para iniciar esta investigación es “la primavera de 2022”.
Para su diseño, Johnson se comprometió a consultar con las autoridades semiautónomas de Escocia, Gales e Irlanda del Norte, que tienen competencias en materia de Sanidad.
Este anuncio es “un gran alivio”, afirmó Jo Goodman, cofundador de un grupo de defensa de las familias afectadas, pero consideró que la primavera de 2022 es “demasiado tarde”.
“Hay vidas en juego”, dijo, señalando que “los expertos en salud y los científicos advierten de una tercera ola en otoño”. “Una rápida revisión en el verano de 2020 podría haber salvado a nuestros seres queridos que murieron en la segunda ola este invierno”, agregó.
Johnson ha sido muy criticado por su errática gestión de la pandemia, que ha matado a más de 127.500 personas en el Reino Unido, la cifra más alta de muertes en Europa.
Se le acusó de reaccionar demasiado tarde, de adjudicar sin licitación la compra de equipamiento de protección y de levantar demasiado rápido las restricciones tras el primer confinamiento en la primavera de 2020.
Sin embargo, el éxito de la campaña de vacunación, que ya ha administrado una primera dosis a dos tercios de los adultos, le permitió restaurar su imagen y suavizar muy gradualmente las restricciones tras un tercer confinamiento iniciado en enero.
La oposición laborista llevaba tiempo reclamando esta investigación pero el gobierno consideró prematuro iniciarla en plena crisis.
El líder laborista Keir Starmer celebró el miércoles su anuncio pero también consideró que debería ponerse en marcha antes.