El ex primer ministro británico Boris Johnson dijo que ordenó a los jefes militares que planificaran una incursión en una fábrica holandesa en marzo de 2021 para conseguir 5 millones de vacunas contra el COVID-19 que la Unión Europea había amenazado con prohibir exportar a Reino Unido.
Johnson dijo que el jefe adjunto del Estado Mayor de la Defensa británica en aquel momento, el teniente general Doug Chalmers, le indicó que sería posible una incursión utilizando pequeñas embarcaciones para cruzar el Canal de la Mancha y navegar por los canales holandeses, pero le advirtió de las repercusiones diplomáticas.
Según Johnson, Chalmers -que ya se ha retirado del ejército- le dijo que no sería posible llevar a cabo la misión sin ser detectados y que “si nos detectan tendremos que explicar por qué estamos invadiendo de hecho a un aliado de la OTAN desde hace mucho tiempo”.
“Yo estaba secretamente de acuerdo con lo que todos pensaban, pero no quería decirlo en voz alta: que todo aquello era una locura”, dijo Johnson en un extracto de sus memorias publicado el sábado en el diario Daily Mail.
El Ministerio de Defensa británico no hizo comentarios inmediatos sobre el relato. Un portavoz de Chalmers -que ahora preside el comité gubernamental sobre las normas de la vida pública- dijo que no podía hacer comentarios sobre conversaciones confidenciales de seguridad.
Las vacunas contra el COVID objeto del litigio fueron desarrolladas por la Universidad de Oxford y AstraZeneca , pero las dosis fueron fabricadas por subcontratistas en los Países Bajos y Reino Unido.
En marzo de 2021, las vacunas eran usadas ampliamente en Reino Unido, pero las dosis fabricadas en la planta holandesa seguían pendientes de la aprobación de la UE. Tanto Londres como el bloque tenían contratos con AstraZeneca para las vacunas y la UE trató de retener las vacunas terminadas en la planta holandesa para su propio uso futuro.
Johnson -que ganó las elecciones en diciembre de 2019 con la promesa de concluir las prolongadas conversaciones para abandonar la UE- dijo que creía que los funcionarios comunitarios estaban actuando bajo la presión del presidente francés, Emmanuel Macron.
“Después de dos meses de negociaciones inútiles, había llegado a la conclusión de que la UE nos estaba tratando con malicia y con rencor (...) porque estábamos vacunando a nuestra población mucho más rápido que ellos”, dijo Johnson, quien se vio obligado a abandonar el cargo en 2022 tras escándalos que incluyeron infracciones de las reglas de confinamiento por el COVID.