Reino Unido es uno de los países más afectados por el Covid-19 en Europa, superando hoy los 16 mil fallecidos, mientras que los casos ascendían a 120.067.
Entre los contagiados se encuentra el primer ministro, Boris Johnson, quien continúa recuperándose en Chequers -la residencia campestre de los jefes de gobierno británicos- luego de haber pasado cuatro días en cuidados intensivos en un hospital de Londres, donde fue dado de alta la semana pasada.
“Se está recuperando bien y está de buen humor”, aseguró su jefe de Gabinete, Michael Gove, a la cadena británica Sky News, agregando que Johnson tiene “la situación bajo control” y que está preparándose para retomar sus labores, que actualmente son llevadas a cabo por el ministro de Relaciones Exteriores y primer secretario de Estado, Dominic Raab.
De acuerdo a Gove, el jefe de gobierno “tuvo ocasión de hablar con Dominic Raab” el sábado en la mañana, quien habría transmitido “las instrucciones del primer ministro al resto del gobierno”.
Sin embargo, el panorama no pinta bien para el líder conservador. La cifra diaria de fallecidos se acerca a mil, el personal sanitario está a punto de rebelarse por la falta de equipos de protección y el número de tests ni siquiera se acerca al prometido por el gobierno.
Críticas por negligencia
Aunque el gobierno ha sido blanco de críticas desde el inicio de la pandemia debido a la lentitud de su respuesta, hoy el periódico The Sunday Times reveló que las autoridades no solo habían ignorado alertas de científicos durante cinco semanas, sino que además no consideraron las peticiones de almacenar equipos de protección para los trabajadores de la salud, mientras que acusan a Johnson de haber faltado a varias reuniones de gabinete para discutir la crisis.
En una columna publicada hoy por el periódico The Mail on Sunday, el jefe de los laboristas, Keir Starmer, se une a las críticas señalando que el gobierno fue “demasiado lento” en decretar la cuarentena, aumentar el número de tests diarios y entregar protección a los funcionarios de la salud. Además, la oposición señala que el premier conservador estuvo “desaparecido en combate” en las semanas cruciales de la llegada del virus al país.
“Es sencillamente grotesco retratar al primer ministro como alguien a quien no le preocupaba la situación”, señaló Gove a la BBC. “Todos los Gobiernos cometen errores, y el nuestro también. Intentamos aprender y mejorar cada día. Seguro que habrá una oportunidad, en el futuro, de mirar atrás, reflexionar y aprender lecciones profundas”, dijo.
Sin embargo, el jefe de Gabinete admitió que Johnson se ha perdido cinco consejos de ministros de emergencia consecutivos, y que Reino Unido envió material de protección a China en febrero.
El gobierno británico anunció el jueves la extensión de las medidas de confinamiento implementadas el 23 de marzo por al menos tres semanas más. “El número de fallecidos es muy preocupante”, dijo Michael Gove. “La tasa de infecciones y de mortalidad se reducen, pero no estamos en absoluto seguros de estar en una trayectoria descendente”, señaló el parlamentario conservador, aclarando que ese es el criterio que el gobierno considera antes de decidir suavizar las restricciones.
Los balances diarios oficiales solo incluyen las muertes de pacientes que han dado positivo en hospitales, y no contabilizan las personas que fallecieron en hogares de ancianos o sus domicilios.
La diferencia no es menor. Las instituciones que representan a las residencias de ancianos elevan a entre 4.000 y 7.500 el número de fallecidos en estos centros.