Boris Johnson se retira como primer ministro de Reino Unido, poniendo fin a tres tumultuosos años en el cargo

Boris Johnson terminó oficialmente su mandato de tres años este martes, al presentar su renuncia a la reina Isabel II en Escocia, cerrando uno de los períodos más tumultuosos en el cargo de un primer ministro de Reino Unido en la historia reciente.

El voluble líder británico fue reemplazado por la exsecretaria de Relaciones Exteriores Liz Truss, quien ganó una batalla de dos meses para reemplazar a Johnson, después de que renunció luego de una revuelta del partido a principios de julio.

“Al igual que Cincinato, estoy volviendo a mi arado”, dijo Johnson en las afueras de Downing Street el martes por la mañana, refiriéndose a un líder romano famoso por llegar al poder para salvar a su nación durante una crisis y renunciar al poder cuando terminó la crisis. “Le ofreceré a este gobierno nada más que el más ferviente apoyo”.

La renuncia pone fin a uno de los mandatos más coloridos y controvertidos de cualquier primer ministro, incluido un período de “pato cojo” de 10 semanas, en el que el político de 58 años usó el tiempo para cumplir con sus deberes, comenzó a pulir su reputación después de una serie de escándalos y se divirtió un poco.

¿Hizo piruetas en un avión de combate Typhoon? Chequeado. ¿Lanzó una granada mientras entrenaba con soldados ucranianos? Chequeado. ¿Una redada matutina con la policía completa con chaleco antibalas? Chequeado.

Habiendo prometido no lanzar ninguna gran iniciativa nueva antes de que alguien más tomara el poder, ocupó su tiempo de otras maneras. Organizó una gran fiesta de bodas para conmemorar su tercer matrimonio, donde fue filmado bailando exuberantemente con un traje crema al himno de Neil Diamond Sweet Caroline. Fue a Eslovenia de luna de miel y a Grecia de vacaciones.

El policía Boris podría haber llegado cuando el rapero Zee Remayne, conocido como Splinter Sales, fue despertado recientemente para encontrar a Johnson vestido con ropa de policía que se unía a una redada en su casa por sospechas de delitos de drogas. Remayne, lejos de estar molesto, pareció complacido de ver al primer ministro irrumpiendo en su casa.

“Wagwan Boris” se filmó a sí mismo diciéndole a Johnson (inglés jamaicano que significa “qué está pasando”). “Encantado de conocerte”, respondió Johnson con una gran sonrisa. Sales luego le dijo a la estación de radio local Times Radio que se trataba de un caso de identidad equivocada y negó haber actuado mal.

Las coloridas travesuras virtualmente aseguraron que Johnson, mejor conocido por su cabello rubio despeinado, terminaría su mandato de la misma manera que pasó los tres años anteriores: un pararrayos para la controversia.

Sus críticos dijeron que perdió tiempo valioso como líder del partido mientras el país se deslizaba hacia una recesión económica casi segura en medio de una alta inflación y un impacto en los precios de la energía por la guerra de Ucrania. Cuando Johnson celebró una reunión sobre la crisis energética que se avecinaba, un periódico tituló: “Primer ministro se presenta a la reunión”.

“Es lo normal para Boris”, dijo Ian Hunter, un jubilado de 60 años de Durham que se describe a sí mismo como partidario del opositor Partido Laborista. “Votas por un payaso y obtienes un circo”.

Los partidarios de Johnson dijeron que no dependía del experiodista convertido en político el tomar decisiones políticas que ataran las manos de su sucesor. Un portavoz de Johnson señaló su continuo apoyo a Ucrania como evidencia de su ocupado verano. Dijo que Johnson seguiría siendo legislador y “el resto es para él como ciudadano privado”.

En su último día completo en el poder, Johnson habló con el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, con quien ha desarrollado una estrecha relación. Johnson visitó Kiev a fines de agosto. “Los líderes acordaron mantenerse en estrecho contacto como amigos”, según una lectura del gobierno de su conversación el lunes.

Los tres años en el cargo de Johnson estuvieron entre los más tumultuosos de la historia política reciente. Presidió un divorcio con la Unión Europea, una pandemia y la respuesta a una guerra en Ucrania. También se casó por tercera vez, tuvo dos hijos y estuvo hospitalizado con Covid-19.

A pesar de los escándalos, que van desde donantes que pagan en secreto papel tapiz dorado en su residencia de Downing Street, hasta asistir a fiestas celebradas durante los cierres de Covid-19, conserva un fuerte apoyo entre los miembros del Partido Conservador, en parte porque su sentido del humor le permitió conectarse con votantes de diversos orígenes de una manera que otros pocos políticos podrían, dijeron los analistas.

Esas cualidades, y su firme apoyo a la salida de Gran Bretaña de la UE, le permitieron construir una coalición electoral que se extendía más allá de la base tradicional de los conservadores en el sur de Inglaterra, más rico, a zonas de clase trabajadora del norte de Inglaterra, donde a los votantes no les gustaba la ícono conservadora Margaret Thatcher, pero votaron por Johnson, dijo Tony Travers, director de LSE London, un centro de investigación de la London School of Economics.

Johnson tampoco ha perdido nunca una elección en la que estuvo involucrado desde 1997, lo que hace que muchos conservadores crean que tiene el elixir del éxito electoral. “Boris parece tener ingredientes particularmente mágicos que normalmente no se les dan a otros políticos”, dijo Travers.

Si bien es fácil ver las últimas semanas de Johnson en el cargo como si simplemente se estuviera divirtiendo, el líder saliente también tenía un ojo puesto en la historia y su legado, agregó. “La gira de despedida y la inevitable autobiografía son su esfuerzo por dar forma a cómo la historia lo ve: puede que haya habido controversia, pero acerté en las grandes llamadas”.

Según la encuestadora Ipsos, el 55% de los que votaron por los conservadores en las elecciones de 2019 piensan que Johnson hizo un buen trabajo. Eso se produce a pesar de que su partido va a la zaga del opositor Partido Laborista por 10 puntos en los sondeos. Una encuesta de YouGov del lunes encontró que el 34% de los votantes conservadores cree que Truss será peor que Johnson y solo el 17% cree que lo hará mejor.

En una votación cara a cara para el mejor líder, el 63% de los miembros del Partido Conservador eligió al actual primer ministro en comparación con el 22% para Truss, encontró la encuestadora Opinium en agosto.

Aun así, mientras algunos legisladores lamentaron la partida de Johnson, muchos dijeron en privado que estaban aliviados de que haya un titular menos exuberante en Downing Street. Cuando su sucesora, Truss, rindió homenaje a Johnson el lunes en un salón lleno de legisladores conservadores, fue recibida con aplausos sordos.

Los analistas dicen que Truss no tendrá la misma conexión directa con la gente, ni se beneficiará del reconocimiento de nombre que tenía Johnson. Pero en un momento económico difícil, podría beneficiarse si se la considera más seria.

Es probable que Johnson ahora se dedique a ganar dinero, escribir un libro sobre su tiempo en el poder y viajar por el mundo dando discursos. Sin embargo, es probable que tenga una gran influencia sobre el Partido Conservador en los próximos años. Un apostador el lunes puso a Johnson como favorito para liderar el Partido Conservador después de Truss.

Mientras tanto, un libro que comenzó a escribir sobre Shakespeare hace unos años está muy atrasado.

“Ahora soy como uno de esos cohetes propulsores que ha cumplido su función”, dijo Johnson. “Ahora volveré a entrar suavemente en la atmósfera y amerizaré de forma invisible en algún rincón remoto y oscuro del Pacífico”.