El primer ministro británico, Boris Johnson, fue blanco este miércoles de una nueva acusación chocante por parte de su exconsejero Dominic Cummings, quien afirmó, presentando como prueba una captura de pantalla, que había tildado de “inútil total” a su ministro de Sanidad.
Cummings, controvertido cerebro de la campaña del Brexit en 2016 y hasta noviembre muy influyente “consejero especial” de Johnson, declaró hace unos meses la guerra a su exjefe. Y durante una maratoniana comparecencia parlamentaria a finales de mayo criticó muy duramente la gestión de la pandemia por su ejecutivo.
Calificó a Johnson de “inapto” pero atacó especialmente al ministro de Sanidad, Matt Hancock, a quien acusó de haber “mentido” en varias ocasiones y del que consideró que debería haber sido “destituido”.
Hancock negó las acusaciones y desde entonces Cummings ha sido criticado por no aportar pruebas de sus afirmaciones.
Pero en una larga entrada de su blog el miércoles, el polémico exasesor publicó una captura de pantalla de una conversación en WhatsApp el 27 de marzo de 2020 con “Johnson Boris”.
En ella Cummings culpa a “MH” del retraso en el prometido incremento de las pruebas de covid-19. La otra persona le responde: “jodido inútil total”.
Preguntado al respecto, el portavoz de Johnson se negó el miércoles a responder “a cada acusación” y reiteró la confianza plena en Hancock: “el primer ministro ha trabajado muy estrechamente con el ministro de Sanidad y seguirá haciéndolo”, aseguró.
Los periodistas abordaron al propio ministro en su auto oficial para preguntarle si pensaba haber sido “un inútil”. “No lo creo”, replicó.
Seis meses después de abandonar Downing Street en un contexto de luchas intestinas, Cummings, artífice de la aplastante victoria de Johnson en las legislativas de 2019, se muestra sin piedad contra él.
Asegura que la mala gestión del gobierno ha costado “decenas de miles” de vidas en el Reino Unido, país más castigado de Europa por la pandemia, con casi 128 mil muertes.