El gobierno de Brasil anunció el viernes que un grupo latinoamericano de Naciones Unidas respaldó a una ciudad brasileña en la Amazonia para ser anfitriona de la conferencia climática de la ONU en 2025. Sin embargo, la ONU no ha confirmado públicamente la sede.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo previamente que Brasil sería sede de la COP-30 (siglas en inglés de Conferencia de las Partes), en la ciudad de Belém, en el estado de Pará, ubicado en la selva tropical brasileña. La sede refleja la intención de Lula de atraer la atención hacia la región amazónica.
Posteriormente, un comunicado del gobierno brasileño aclaró que el apoyo de la región era simplemente un paso en el proceso de selección. El “apoyo a la candidatura brasileña demuestra la confianza de la región en la capacidad de Brasil para avanzar en la agenda de lucha contra el cambio climático”, se lee en el comunicado.
La pasada edición de la conferencia climática fue en Egipto, en la ciudad de Sharm el Sheij, y la de este año se celebrará en Dubái.
La ONU aún no ha anunciado la sede de 2024, y mucho menos la de 2025, pero las ubicaciones tienden a rotar entre regiones, y el comunicado del gobierno brasileño del viernes indica que un grupo de trabajo latinoamericano estaba eligiendo la sede de 2025 y había respaldado a Belém. La decisión final se tomará hasta la COP 29 del próximo año.
“Será un honor para Brasil recibir a representantes del mundo entero en un estado de nuestra Amazonía”, dijo Lula en un video publicado en sus cuentas de redes sociales. “Participé en la COP de Egipto, en la de París, la de Copenhague, y la gente sólo habla de la Amazonía. Entonces dije: ‘¿Por qué entonces no hacer una COP en un estado de la Amazonía para que sepan cómo es la Amazonía?’”, señaló el mandatario.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieria, dice en el video que la decisión se tomó en la ONU el 18 de mayo. Pero la ONU no ha confirmado la sede.
El anuncio de Lula se produce en una semana en la que la autoridad ambiental de su gobierno ha enfrentado contratiempos en el Congreso de Brasil. Los legisladores aprobaron por amplia mayoría una medida que erosiona la autoridad del Ministerio de Medio Ambiente sobre la construcción en zonas forestales y costeras, así como sobre otros tipos de desarrollo.
También esta semana, el Congreso ha estado debatiendo si se debe permitir a la petrolera estatal perforar frente a la costa en los estados amazónicos de Amapá y Pará.