Un grupo de militantes vinculados a varios movimientos sociales comenzó hoy una huelga de hambre para pedir la libertad "inmediata" del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción desde el pasado abril.
Al menos seis personas, entre ellos cuatro hombres y dos mujeres, de Vía Campesina, un grupo internacional que en Brasil aglutina a varias asociaciones trabajadores rurales, comenzaron la huelga por tiempo indeterminado para demandar "justicia" en el Tribunal Supremo Federal (STF).
Entre las reclamaciones del grupo se encuentra la puesta en libertad de Lula, condenado a 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, "para que pueda ser votado por el pueblo brasileño".
A pesar de su arresto y de encontrarse virtualmente inhabilitado, Lula será oficializado este fin de semana candidato por el Partido de los Trabajadores (PT) para las elecciones del próximo octubre, en las que lidera todas las encuestas de intención de voto.
"Apelamos al Supremo por el fin de las condenas sin delito, de las prisiones ilegales sin amparo en la Constitución y por la libertad inmediata del expresidente Lula, para que pueda ser votado por el pueblo brasileño", según el manifiesto firmado por los "voluntarios" y entregado a la máxima corte del país.
Los militantes también justificaron la huelga por el regreso "del hambre, del sufrimiento y el abandono de los más pobres", por el aumento de la violencia contra la población LGBTI y por la situación de la salud pública, entre otros motivos.
Para los seis integrantes de Vía Campesina, la huelga de hambre es un "gesto extremo" de lucha, fruto de la "situación extrema en la que se encuentra" Brasil.
"Nuestra determinación nace también por el hecho de que el Poder Judicial viola la Constitución e impide que el pueblo pueda elegir por el voto, soberanamente, a su presidente y el futuro del país", subraya el texto.
Los manifestantes apelaron al Supremo para que garantice la "vuelta a la normalidad democrática" y anule la condena "sin delito" del expresidente Lula, condenado en segunda instancia por el Tribunal Regional de Porto Alegre.
En ese sentido, los organizadores de la huelga presionan al pleno de la Corte Suprema para que juzgue un recurso presentado por la defensa de Lula en el que pide la liberación del ex jefe de Estado de la celda en la sede de la Policía Federal de Curitiba (sur) donde cumple la pena.
Para los integrantes, los magistrados del Supremo son responsables "en caso de que algo grave suceda a los que están en huelga de hambre".