“A partir de mañana, tendremos luto oficial en todo el estado de Sao Paulo. Lamentablemente, sobrepasamos los 3.000 muertos con coronavirus, es el mayor volumen de la historia del estado en una circunstancia de menos de 60 días”, declaró este miércoles el gobernador João Doria. “En respeto a las familias y amigos de los que perdieron sus vidas, será un gesto de solidaridad. Y, lamentablemente, de aquellos que aún van a perder sus vidas”, agregó el político del PSDB.
Y así como en Sao Paulo, todo Brasil sigue sucumbiendo al avance de la pandemia. Según las cifras entregadas por el Ministerio de Salud de Brasil, el país ya suma 125.218 contagios y 8.536 decesos a causa del Covid-19.
De las 20 ciudades con la mayor mortalidad e incidencia de casos, 18 se concentran en el Norte y el Nordeste, destacando los estados de Amazonas, Pernambuco y Pará. Según el portal G1 de Globo, Manacapuru, en el estado de Amazonas, es la ciudad con mayor mortalidad: 35,9 muertes por cada 100 mil habitantes. También es la urbe con mayor incidencia de contagios: 600,8 casos por cada 100 mil habitantes.
Frente al progreso de la epidemia, el estado de Ceará y el municipio de Fortaleza decretaron, el martes, medidas más estrictas de aislamiento social, que comenzarán a tener efecto este viernes. Fue el segundo estado en anunciar medidas después de Maranhão, donde en ciudades de la región metropolitana de la capital, São Luís, solo se permiten los servicios esenciales desde este martes. Específicamente en la capital de Ceará, habrá mayores restricciones en la circulación de personas y vehículos en las vías públicas, el uso obligatorio de mascarillas para todas las personas que necesitan salir de casa y nuevas reglas para la operación de actividades esenciales, como farmacias y supermercados.
Pará, por su parte, anunció el martes medidas de bloqueo total en 10 municipios del estado, que deberían operar de manera “educativa” desde este jueves hasta el domingo. Posteriormente, se pueden aplicar castigos en caso de incumplimiento hasta el 17 de mayo. La circulación de personas será limitada y solo los servicios esenciales operarán en los siete municipios de la región metropolitana y otros tres en el interior.
El gobierno de Río de Janeiro también está considerando adoptar el lockdown. El martes, el gobernador Wilson Witzel prometió aumentar el rigor en la fiscalización del cumplimiento de la cuarentena. Uno de los miembros del Consejo de Expertos y del Núcleo de Información e Investigación, que asesora al gobierno de Río durante la pandemia, el epidemiólogo Roberto Medronho dijo que el bloqueo es la única forma de detener el avance rápido del Covid-19. Enfatizó que, si no se adopta la medida, “podremos ver personas muriendo en casa sin atención médica”.
Y es que Brasil se proyecta como el próximo epicentro mundial de la pandemia, según dos estudios, uno a cargo de un grupo de investigadores brasileños y la Universidad Johns Hopkins, y otro realizado por académicos de la Universidad Estatal de Sao Paulo y la Universidad de Oxford. Este último cifra en hasta 64.310 las muertes en Brasil para el 9 de junio, considerando un escenario más pesimista, y 31.384 decesos en un escenario más optimista. Las proyecciones de la Johns Hopkins indican que la cantidad de infecciones puede llegar a 1,6 millones.
El descontrol de la pandemia ha hecho que los países vecinos vean a Brasil como una amenaza, destaca O Globo. Uruguay anunció el martes que, por “preocupación”, aumentará aún más el control de las fronteras , que han estado cerradas desde marzo, y creará un protocolo para el flujo de personas en ciudades binacionales. La semana pasada, el Presidente argentino Alberto Fernández dijo que estaba “muy preocupado” porque “no parece que el gobierno brasileño esté enfrentando el problema con la seriedad que requiere el caso”. También hay alerta en Paraguay, país en que el aislamiento ha dado buenos resultados y que tiene una frontera poblada. Similares temores existen en Venezuela y Colombia, donde el control de la migración es bajo, apunta el diario carioca.