A una semana de que la Cámara de los Comunes rechazara el acuerdo de Theresa May con la Unión Europea para el Brexit y luego que la premier británica sobreviviera a una moción de confianza, la salida de Londres del bloque europeo se enreda cada día más. En una nueva sesión parlamentaria de alta tensión, May presentó hoy su "Plan B", en el que descartó un segundo referendo e insistió en que renegociará todo lo relacionado con la frontera entre las Irlandas.

"La única manera de evitar un 'no acuerdo' es encontrando la manera de que esta Cámara apruebe un acuerdo con la Unión Europea (UE), y ese sigue siendo mi objetivo", dijo May.

A dos meses de la salida programada de Reino Unido de la UE, las posibilidades de un acuerdo parecen lejanas. Además, May no quiere postergar la separación definitiva con Bruselas fijada para el 29 de marzo.

El llamado backstop, la polémica salvaguarda irlandesa impuesta por la UE para impedir una frontera física entre Irlanda del Norte (Reino Unido) e Irlanda, es la mayor piedra de tope, aunque May dijo que su idea era renegociar este aspecto del acuerdo. Así, dijo que continúa en la búsqueda de nuevas concesiones con Bruselas para evitar una frontera dura, que implicaría mayores controles aduaneros y restricciones, a la vez que Reino Unido se podría quedar atrapado en una unión aduanera por un período indeterminado con la UE.

Si bien la falta de consenso en el Parlamento podría desencadenar una nueva consulta ciudadana, May ha advertido que un segundo referendo será perjudicial para los británicos. "Creo que aún no se ha reconocido lo suficiente que un segundo referendo podría dañar la cohesión social al socavar la fe en nuestra democracia", advirtió.

Tras la nueva presentación de May, se espera una nueva votación el próximo 29 de enero.

"El escenario más probable ahora es que May convoque a un segundo referéndum en unas semanas más, cuando se acerque la fecha límite y esté bajo extrema presión. Sería la opción menos dañina políticamente, tanto para ella como para su partido, porque evitará la posibilidad de perder poder y cederá la responsabilidad del futuro del país a la gente", comentó a La Tercera el analista Daniel Ozarow.

A su vez, Tim Oliver, de la Universidad de Loughborough, dijo a La Tercera que las posibilidades de que se apruebe lo que pretende la primera ministra son escasas. "May no ha podido buscar un compromiso con otras partes. Ella espera alcanzar un compromiso dentro de su partido, donde las divisiones también son muy profundas. Sufrió la madre de todas las derrotas parlamentarias al intentar aprobar su acuerdo la primera vez. Hay pocas señales de que no será derrotada por segunda vez, si lo intenta de nuevo con unas pocas modificaciones", planteó este experto británico.

A juicio de Ozarow, May decepcionó porque "aunque se esperaba alguna acción concreta para superar el impasse, en realidad su plan B parece muy similar a su plan A".