Bukele desafía las críticas y va por la reelección en El Salvador
A pesar de que la Constitución se lo prohíbe y en medio de críticas por su modelo autoritario, el mandatario se aprestaba este domingo a oficializar su candidatura para los comicios de 2024. “No soy un dictador”, se defiende.
No hay prohibición constitucional que cuente para el Presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Pese a las críticas en su contra por una eventual perpetuidad en el poder, se esperaba que el controvertido mandatario oficializara anoche su candidatura a la reelección para los comicios de 2024. Se esperaba que lo hiciera en las elecciones internas que celebra su partido, el oficialista Nuevas Ideas (NI).
Y es que en las votaciones internas del partido NI, en las que también se definirán los candidatos al Parlamento y las alcaldías, solo está la precandidatura del actual presidente salvadoreño, por lo que la oficialización de Bukele es inevitable y es más bien un trámite legal para buscar su reelección, apuntó el diario El Tiempo.
La ley obliga a los partidos que pretenden participar en las elecciones de 2024 a que deben efectuar elecciones internas para definir a sus candidatos. Por eso, la fuerza conservadora Nuevas Ideas abrió a las 07:00 su proceso de votación que se realizará por completo en forma virtual hasta las 17:00. “Es hora de votar”, escribió el partido en su cuenta de Twitter. “Vamos a realizar el proceso más democrático y transparente”, sostuvo en su página en Facebook.
A falta de contrincantes, Bukele será el candidato de NI, y lo acompañará en su fórmula presidencial el actual vicepresidente de la República, Félix Ulloa.
Bukele anunció en septiembre de 2022 que sería candidato a la presidencia en las elecciones de 2024, a pesar de que varios analistas del país señalan que la reelección inmediata está prohibida por la Constitución. “Después de discutirlo con mi esposa Gabriela y mi familia, le anuncio al pueblo salvadoreño que he decidido que seré candidato a la presidencia de la República”, dijo entonces el mandatario durante una alocución con motivo de la conmemoración de la independencia de El Salvador.
El gobernante anunció que buscaría la reelección un año después de que la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, designada por sus aliados en el Congreso, lo habilitó para postularse. La Constitución prohíbe la reelección presidencial, pero Bukele podrá optar a ella debido a que dicha Sala emitió una resolución en la que interpretó que un artículo de la Carta Magna permite que el presidente participe en la contienda electoral por una segunda ocasión y que será el pueblo quien tomará la decisión en las urnas.
Sin embargo, abogados constitucionalistas sostienen que la postulación de Bukele viola al menos cuatros artículos de la Constitución, entre ellos el 154, que establece que “el período presidencial será de cinco años y comenzará y terminará el día primero de junio, sin que la persona que haya ejercido la presidencia pueda continuar en sus funciones ni un día más”.
“No soy un dictador”, fueron las palabras que Bukele expresó recientemente ante sus seguidores. El mandatario de 41 años, quien gobierna su país desde 2019, no tiene problemas en sortear la legislación vigente. Y es que el presidente mantiene un alto nivel de popularidad que no ha bajado del 80%, y ya recibió el apoyo para su reelección de sus partidos aliados en el Congreso. De acuerdo con una encuesta de la Unidad de Investigación de La Prensa Gráfica (LPG Datos) publicada en marzo, el 68,3% de los salvadoreños tiene una opinión positiva o apoya la reelección de Bukele.
Por ello, el mandatario se inscribió a fines de junio como precandidato para participar en los comicios presidenciales de febrero de 2024. “Comunicamos al pueblo salvadoreño que el presidente Nayib Bukele y el vicepresidente Félix Ulloa ya están inscritos como precandidatos para presidente y vicepresidente de la República de El Salvador, en el partido más grande de El Salvador. Las Nuevas Ideas son Invencibles”, informó esa fuerza política en su cuenta oficial de Twitter. Más tarde el mandatario replicó el tuit de su partido.
Los niveles de aceptación de Bukele aumentaron con la aplicación del estado de excepción para combatir a las pandillas. “La gente evalúa muy bien al presidente y al gobierno en general, está bastante demostrado: el 70,8% considera que está haciendo bien las cosas, el 72,6% cree que la imagen del presidente ha mejorado, el 97,7% cree que la violencia ha disminuido, y el 81,8%, que el régimen de excepción ha ayudado mucho a controlar la delincuencia”, dijo el vicerrector de proyección social de la católica Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), Omar Serrano.
El Congreso, de amplia mayoría oficialista, aprobó por primera vez el estado de excepción en marzo de 2022, un día después de que se registraran 62 homicidios en una sola jornada, un nivel de criminalidad que no se había visto en El Salvador en mucho tiempo.
Desde que se implementó la medida, según cifras oficiales, más de 68.000 supuestos pandilleros o colaboradores han sido capturados, de los cuales más del 90% tiene detención provisional decretada por un juez, la mayoría por el delito de agrupación ilícita. En tanto, más de 5.000 detenidos han sido liberados porque no se los pudo vincular con las estructuras criminales.
La organización no gubernamental Cristosal documentó que al menos 153 personas detenidas en El Salvador murieron bajo la custodia del Estado durante el régimen de excepción, que suspende la libertad de asociación, que una persona sea informada de sus derechos y los motivos de su detención, así como a contar con la asistencia de un abogado, entre otras restricciones.
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