El Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, presumió ante la Asamblea General de la ONU de sus medidas para combatir a las pandillas y criticó las numerosas condenas internacionales por considerar que iban contra los Derechos Humanos.
“Tomamos la decisión de depurar el Ministerio Público, el órgano judicial y el sistema carcelario. Además, cambiamos las leyes para asegurarnos de que los terroristas no salieran de nuevo de la cárcel. Y fue en ese momento cuando comenzaron las condenas internacionales”, declaró el mandatario salvadoreño.
Bukele aseguró que, en los cuatro años de su gobierno, El Salvador pasó “de ser la capital mundial de los homicidios” a “ser el país más seguro de América Latina”.
“No es una promesa, es una realidad que están viviendo los salvadoreños y que cualquier extranjero puede ir a comprobar por sí mismo”, ha manifestado.
Además, criticó que países, medios de comunicación y expertos criticasen sus medidas cuando “nunca usaron su poder e influencia para exigir seguridad por nuestra gente asesinada”.
En ese sentido, Bukele instó a los demás países a “seguir su propio camino” y a no hacer caso a las críticas externas debido a que, si las autoridades salvadoreñas lo hubieran hecho, no habrían logrado reducir la criminalidad.
Las autoridades de El Salvador aprobaron en marzo del año pasado una draconiana declaración del estado de emergencia, que ha sido aprobada en sucesivas ocasiones y que ha desembocado en una lucha contra las pandillas que ha despertado críticas a nivel internacional por supuestas violaciones de Derechos Humanos.