Era una crónica de muerte anunciada. Las esquirlas de lo que significó la derrota en las urnas de Juntos por el Cambio (JxC) el pasado domingo, durante las elecciones presidenciales de Argentina, terminaron por dejar al borde de la ruptura a la coalición opositora compuesta por Propuesta Republicana (PRO), Unión Cívica Radical (UCR), Coalición Cívica (CC) y Encuentro Republicano Federal. La estocada final, sin embargo, llegó desde la propia representante del bloque, la ahora excandidata Patricia Bullrich, quien, sola junto a su fórmula vicepresidencial, anunció su intención de votar a Javier Milei, el candidato de La Libertad Avanza (LLA).

Cerca del mediodía del miércoles, la exministra de Seguridad de Mauricio Macri convocó a los medios a una conferencia de prensa. En la primera vuelta presidencial del domingo logró hacerse con el 23,83%, quedando relegada al tercer lugar y dejando en una incómoda posición a toda la coalición: apoyar al peronismo de Sergio Massa (36,68%), el actual ministro de Economía de Alberto Fernández, o saltar hacia su derecha y arrimarse a la candidatura de La Libertad Avanza y Javier Milei (29,98%). Según los medios locales, Bullrich tomó la decisión por sí sola, con la esperanza de llevarse la mayor cantidad de votos de su sector hacia el libertario, pues teme que se repita un escenario en que el peronismo corra solo, como ocurrió en 2003.

Los candidatos presidenciales argentinos Sergio Massa, Patricia Bullrich y Javier Milei, durante un debate presidencial. Foto: Reuters

En tanto, una serie de nuevas encuestas apareció para medir el balotaje del 19 de noviembre, donde se enfrentará Sergio Massa, de Unión por la Patria, y Javier Milei, de LLA. Algunas de ellas fueron de las pocas que acertaron con el resultado de este domingo, aunque no fueron publicadas por la veda electoral.

Quiebre opositor

“La urgencia nos interpela a no ser neutrales. Ratificamos los valores del cambio y la libertad”, dijo la excandidata de Juntos Por el Cambio una vez iniciada la conferencia de prensa. “Esta fórmula fue elegida de manera democrática en las PASO. Venimos en representación, no de nuestros partidos, sino por haber tenido el apoyo de 6.200.000 argentinos”, continuó. Hacía presente que hablaba a título personal y sin el consenso de sus –posiblemente, otrora– aliados.

En palabras de la exministra de Seguridad, un eventual gobierno de Sergio Massa se traduciría en “que Cristina Kirchner se garantice la impunidad”, permitiendo que el Estado siga “siendo una guarida de ñoquis y capitalismo de amigos”. Y agregó: “La Patria está en peligro. Hace 20 años nos hunden en la decadencia”.

Acompañada por compañero de fórmula, Luis Petri, Bullrich continuó. “Para que la Argentina salga adelante necesita un cambio de raíz, que asegure un capitalismo, y que se termine con la emisión monetaria para terminar con la inflación”.

Reconociendo sus diferencias, donde, entre otras, Milei la llamó “montonera tira bombas que tiene las manos manchadas con sangre”, dijo que ya eran parte del pasado. “Con Milei tenemos diferencias, por eso hemos competido. No las hemos ocultado. La mayoría de los argentinos eligió un cambio. Nosotros representamos una parte de ese cambio. No podemos ser neutrales. Estamos ante el dilema del cambio o la mafia. Cuando la Patria está en peligro, todo está permitido”, agregó.

Patricia Bullrich y Luis Petri anuncian su apoyo a Milei en segunda vuelta. Foto: Reuters

“¿Nace una nueva alianza de ultraderecha?”, se preguntó el periódico argentino La Nación. En los tres días posteriores a la elección, partidos de JxC propusieron y luego suspendieron numerosas reuniones para decidir el futuro del bloque con miras el balotaje del 19 de noviembre próximo. Pero la división era evidente desde un principio.

El sector de los “halcones” del PRO, liderados por Bullrich, se mostró desde un comienzo proclive a aunar fuerzas con los libertarios, pese al constante ataque durante la campaña. Ese último factor, precisamente, fue lo que alejó a muchos de los miembros del ala centrista de JxC. Indignación causó, por ejemplo, el cántico escuchado en el cierre de campaña del polémico economista. “El que no salta es radical”.

Líderes de dicho sector habían advertido a Bullrich de que, si tomaba una decisión sin considerar al resto, podía quebrar la coalición. “Si las partes empiezan a decidir cosas diferentes y no tienen vocación de seguir juntas, es obvio que se rompen. Las coaliciones no están diseñadas para vivir eternamente, viven lo que sus miembros quieren”, señaló durante la mañana del lunes Ernesto Sanz, uno de los radicales con más peso dentro de la tienda y uno de los fundadores de Juntos por el Cambio. Pidió “neutralidad” de la coalición, reportaron medios locales.

Pero la decisión de Bullrich ya estaba tomada desde la noche del martes, momento en que se reunió junto con el expresidente Mauricio Macri, y nada menos que el propio Javier Milei. El lugar elegido: el hogar de Macri, ubicado en Acassuso.

Allí, la excandidata le confesó a su mentor su intención de salir a apoyar rápidamente al libertario. Pese a que Macri estaría de acuerdo en líneas generales con un eventual apoyo a Milei, se resiste a hacer lo mismo de inmediato, pues el exmandatario busca la mejor manera de llegar a un acuerdo antes de darle la mano al economista en público, aseguró Clarín. La Nación, en tanto, afirma que en el PRO “dan por hecho que en cualquier momento habrá un pronunciamiento público de Macri”.

El citado trato incluiría la negociación de puestos en el gobierno a cambio de gobernabilidad en el Congreso, considerando que actualmente LLA no cuenta con un aparato parlamentario suficientemente grande como para gobernar en solitario, agregó el medio.

El expresidente argentino Mauricio Macri abraza a la excandidata Patricia Bullrich, tras conocerse los resultados que dejaron a JxC fuera del balotaje. Foto: Reuters

Bullrich, en cambio, es de la tesis de que hay que salir rápida y directamente a entregarle su respaldo, y luego negociar. La Nación aseguró que el apuro de la excandidata se debe a su temor de la repetición de un escenario como el de 2003, donde Carlos Menem se bajó de la segunda vuelta y dio carta libre a Néstor Kirchner para llegar a la presidencia, iniciando una dinastía de 20 años –con una breve pausa de Macri– en el poder. En este caso, vale decir, Milei descartó de lleno una posible renuncia al balotaje en los últimos días.

Según el medio digital La Política Online, Mauricio Macri habría intentado negociar un acuerdo directamente con Javier Milei, apenas fueron de conocimiento público los resultados de la elección del domingo donde Sergio Massa se impuso sorpresivamente ante el libertario. Antes siquiera de que los discursos de Bullrich y Milei fueran pronunciados, aseguró el medio especializado en política, el expresidente se comprometió con la entrega de 15 millones de dólares para la campaña. A cambio, el lunes la mesa nacional de Juntos debía respaldar al candidato. Aquello no ocurrió y el pacto se cayó, pero eso no impidió el anuncio de Bullrich.

La decisión tuvo inmediata respuesta en el ala moderada del golpeado bloque. El exrival de Bullrich en las primarias de JxC, Horacio Rodríguez Larreta, se diferenció de la excandidata y Macri y dijo que no apoyará a nadie en el balotaje. “Las dos opciones son catastróficas para los argentinos”, señaló.

Desde la Convención Nacional, ya rayaron la cancha. “La UCR no va a ir atrás de Macri para apoyar a Milei”, comentó un dirigente a Clarín. “Hace mucho Macri decidió romper Juntos por el Cambio, hoy lo materializó”, dijo otro miembro del partido, lanzando críticas al exmandatario.

Aún más directa fue la líder de la Coalición Cívica y una de las referentes de Juntos por el Cambio, Elisa Carrió, que, según el mismo medio, advirtió a Bullrich de que “va a cometer un error histórico” tras apoyar a Milei.

“No vamos a dar un salto al vacío en la venta de órganos de los que violan los derechos humanos. No estamos de acuerdo con la venta de niños, todo esto va a conducir a delitos de lesa humanidad”, aseguró la líder de la CC. También matizó hacia el otro lado: “Tampoco es Massa, al que yo acusé de corrupción y narcotráfico durante años”, señaló, agregando que “hay que impugnar el voto y el que quiera votar, que se haga responsable”.

El candidato presidencial argentino, Sergio Massa, durante una conferencia de prensa un día después de la primera vuelta. Foto: Reuters

En cuanto al papel de Macri, fue mucho más dura. “Nadie entendió cuando dije ‘no hablo más con Macri’. Cuando estuve con él en una reunión en su casa, yo, que lo conozco mucho y acompañé hasta el final, me di cuenta, con su cara, su zona oscura. Dije ‘lo que va a hacer Macri es desgastar a Horacio (Rodríguez Larreta), entregar a Patricia e irse con Milei’, así que para mí es previsible”. Y cerró: “Siempre Macri jugó para Milei y la destrucción de Juntos por el Cambio”.

Mientras, la cúpula de la UCR adelantó que optará por la neutralidad. Consultado por la decisión de Bullrich, el presidente del comité nacional, Gerardo Morales, aseveró que le “parece muy mal. Tanto Patricia Bullrich como Mauricio Macri son los grandes responsables de poner en riesgo a JxC”. Pero no quedaría ahí. “Me parece muy grave lo que han hecho tanto Mauricio como Patricia. Me da vergüenza ajena. Están afuera de la coalición, es una falta de respeto para el radicalismo”, agregó.

Con miras a noviembre

Tres días después de la primera vuelta, diversas encuestas salieron a hacer sus primeros pronósticos frente a la elección del 19 de noviembre. Una de ellas fue CB Consultora Opinión Pública, que acertó en el triunfo de Massa del pasado domingo 22. Mediante un levantamiento nacional online, que consultó a 1.715 personas, la firma realizó sus entrevistas entre el lunes y el martes, con resultados que presentan +/- 2,4% de margen de error.

El candidato de Unión por la Patria y ministro de Economía, Sergio Massa, y el representante de La Libertad Avanza y diputado nacional, Javier Milei. Foto: Reuters

El sondeo muestra que hay paridad en la intención de voto para el balotaje, ya que mientras Milei marca 41,6%, Massa registra 40,4%. En cuanto a imagen positiva, la medición revela resultados similares. Mientras el ministro de Economía presenta un 37,1% de imagen positiva y un 55,1% de negativa, el libertario tiene un 38,5% y un 51,8%, respectivamente.

Otro análisis levantado por Proyección Consultores afirma que Massa superaría por 10 puntos a su rival libertario (44,6% frente a 34,2%). En cuanto a la capitalización que los candidatos hacen de los votos de sus rivales de primera vuelta, el sondeo muestra que el candidato libertario sumaría a su favor un 24,1% del electorado contra el 10,1% de Massa.

Sin embargo, el oficialismo lograría contener en mayor medida el voto de los simpatizantes de Juan Schiaretti. Milei sólo logra capitalizar un 10,8% del electorado del espacio, contra el 42,3% que se inclinaría por el oficialismo. En cuanto al electorado de Myriam Bregman, un 59,1% acompañaría a Massa, contra el 10,1% que viraría a Milei. Esta también fue una de las encuestadoras que acertó al resultado del domingo.