Cuando faltan apenas cuatro meses para las primarias abiertas simultáneas y obligatorias, más conocidas como las PASO en Argentina, la tensión se agudiza al interior del oficialismo, al tiempo que varias figuras se desmarcan del liderazgo del Presidente Mauricio Macri, cuya imagen ha visto una importante caída en los sondeos.

La última encuesta de la consultora Poliarquía confirmó el retroceso del mandatario, que busca la reelección en las elecciones de octubre. Si en febrero su imagen alcanzaba el 28%, en marzo cayó tres puntos y llegó al 25%. La situación, según los analistas, también arrastró a otros dirigentes destacados del PRO, como la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, que bajó del 47% al 42%, y el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, cuyo respaldo cayó del 34% al 30%.

Sin embargo, el problema es todavía más profundo para Cambiemos de cara a las presidenciales. No solo porque varios candidatos a gobernador han anunciado que borrarán el sello de la coalición oficialista de sus campañas, sino también porque otros rostros miden hoy más que el Presidente Macri en intención de voto.

"La pregunta no es tanto si Macri puede o no puede, sino si Macri debe o no debe ser reelecto. Porque los cuatro años que vienen en Argentina son cuatro años malos, donde hay que seguir ajustando el Estado. Y ocho años de desgaste harán que la gente se enoje con todo Cambiemos", dijo a La Tercera el analista político transandino, Jorge Giacobbe. "Cambiemos debería pensar más en el proyecto que en el Presidente", agregó.

Esta semana un estudio realizado a nivel nacional por la consultora Analía del Franco (ver entrevista relacionada) posicionó al diputado Martín Lousteau por encima de Macri en una posible interna de Cambiemos en las PASO, con una intención de voto de 29,6% y 26,7% respectivamente. No obstante, desde hace un tiempo viene liderando con más ventaja María Eugenia Vidal, que en febrero apareció con un 46,1% en un mano a mano con la opositora Cristina Fernández (43,5%), según la consultora Circuitos.

"Cambiemos pasa por un momento de fuerte tensión interna, por la caída de Macri en los sondeos y la inestabilidad cambiaria. La campaña oficialista tiene dos anclas: la polarización con Cristina y la estabilidad cambiaria, puesta en duda las últimas dos semanas", explicó a La Tercera el analista político Rosendo Fraga.

¿Cambiar de estrategia?

Aun cuando ni Macri ni la expresidenta Cristina Fernández han lanzado de manera oficial sus candidaturas, ambos siguen acaparando cerca de un 70% de las preferencias para los comicios del 27 de octubre, siendo el balotaje del 24 de noviembre la gran incógnita. En ese punto, la pregunta se centra en la capacidad del mandatario de captar al votante indeciso, esquivo o molesto con la situación actual.

"En el caso de que Cambiemos pensara en cambiar el mascarón de proa, la que está mejor posicionada es por supuesto María Eugenia Vidal, por razones varias. Sigue teniendo 10% más de imagen positiva que Macri y 10 puntos menos de imagen negativa. No es una persona irritante para los argentinos y tiene algunos puntos más de intención de voto que empiezan a ser importantes", comentó Giacobbe.

Pero mientras el oficialismo se niega a ver como opción pública la idea de reemplazar a Macri, la polémica también pasa por definir a su compañero de fórmula. Aún así, el propio mandatario aseguró que Vidal no será candidata a Presidenta y que recién en junio tomará una decisión sobre su vicepresidente, lo que según medios como Perfil, podría llevar a ejecutar el "plan VV (Vidal Vice)".