"¡Ojo! No soy candidato ni lo seré! Me da asco ver los intereses personales por encima de una nación!", escribió el entonces líder opositor de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, en sus redes sociales el pasado 8 de noviembre, en pleno estallido social en Bolivia, dos días antes de la renuncia de Evo Morales. Casi un mes después, sus dichos han tomado otra forma, luego de la emisión del proyecto para convocar elecciones generales en 2020. Así, el dirigente cruceño renunció a su cargo como líder cívico para lanzar su candidatura a la Presidencia.
Un "acuerdo de unidad" con partidos políticos para impulsar un "frente único" es el objetivo del líder cruceño, que en una misiva apuntó a sus razones para postular al cargo a pesar de sus declaraciones previas. "Decir que no era candidato era necesario, porque permitía mayor apoyo a la causa, así de simple", explicó.
Luis Fernando Camacho fue el opositor que emitió un "ultimátum" contra Evo Morales para que renunciara y desde ese momento ha gozado de un creciente respaldo social impulsado por el descontento tras las elecciones del 20 de octubre pasado.
"Camacho es un nuevo actor político con un futuro incierto. Algunos lo quieren ver como un outsider que puede revolucionar la política. En cierto sentido lo ha hecho con su participación desde el 20 de octubre, pero no creo que como candidato sea igual de exitoso. Camacho se posiciona como la derecha más conservadora", dijo a La Tercera Carlos Cordero, analista político boliviano.
La prensa local sostiene que Camacho podría alzarse como un candidato fuerte para enfrentar al expresidente Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana (CC), que en los recientes comicios obtuvo un 36,5%.
En uno de los primeros pasos políticos, Camacho cerró el domingo una alianza con el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), con el Partido Demócrata Cristiano (PDC), el Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan Bol), la Unidad Cívica Solidaridad (UCS) y delegados del Frente Revolucionario de Izquierda (FRI).
Sin embargo, este último movimiento dio un paso al costado y ratificó un acuerdo previo con Mesa.
A esto se suma el distanciamiento entre Camacho y el líder de Potosí, Marco Pumari, quien sonaba como posible compañero de binomio cruceño. "La alianza tiene que ser entre el pueblo mismo porque los partidos políticos siempre buscan sus intereses partidarios y personales", señaló Pumari al diario paceño Página Siete.
"Camacho y Pumari emergen de la calle. Si bien ambos se llaman Movimiento Cívico, uno de Potosí y otro de Santa Cruz, son cosas muy diferentes. El potosino es un movimiento popular de reivindicación del departamento y el derecho a tener parte en la explotación de litio. (En base a eso) es que a Pumari le hace ruido que Camacho se haya aliado con el espectro de partidos del centro a la derecha, que intentará pugnar contra el MAS y contra CC, que sería el centro", señaló la politóloga boliviana, Moira Zuazo.