La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, estremeció la política estadounidense este jueves al pedir formalmente la redacción de cargos para someter a un impeachment a Donald Trump.
En una breve declaración televisada, Pelosi, líder de los demócratas que controlan la Cámara Baja del Congreso, dijo que las acciones del Presidente republicano no dejan "otra opción" que proceder a juzgarlo con miras a su destitución.
"Tristemente, pero con confianza y humildad, con lealtad a nuestros fundadores y el corazón lleno de amor por Estados Unidos, hoy le pido al presidente (del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jerry Nadler) que proceda con la redacción de los artículos de juicio político", dijo Pelosi. Trump "ha incurrido en abuso de poder, ha socavado nuestra seguridad nacional y ha puesto en peligro la integridad de nuestras elecciones", señaló.
La creciente tensión entre Pelosi y Trump quedó en evidencia cuando la líder demócrata abandonaba la conferencia y un periodista de la cadena Fox le preguntó si odiaba al Jefe de Estado y si ese era el motivo detrás de la investigación para abrir un juicio político. Visiblemente molesta, Pelosi se devolvió y señaló que los demócratas no odian a nadie. "Como católica me ofende que use la palabra odio en una frase que se refiere a mí. No odio a nadie (...). Siempre rezo por el Presidente. Así que no juegue conmigo cuando se refiere a palabras como esta", sostuvo.
Pelosi no anunció los cargos, pero Trump podría ser acusado de abuso de poder y soborno, obstrucción del Congreso y obstrucción de la justicia. El proceso para la eventual destitución de Trump fue iniciado por los demócratas a finales de septiembre, después de conocerse que el mandatario pidió a Ucrania que investigara a Joe Biden, su rival potencial en las elecciones de 2020.
Según The New York Times, demócratas cercanos con el asunto dijeron que el panel judicial se encuentra en camino para empezar a debatir para votar los artículos hacia fines de la próxima semana, pese a la oposición de los republicanos. Esto va a cimentar el terreno para un posible voto de impeachment al Presidente el 20 de diciembre, el último día que el Congreso tiene programado sesionar este año.
El segundo capítulo del juicio político, que será el final, ocurre en el Senado, donde los republicanos cuentan con ligera mayoría de 53 frente a 47 demócratas.
Sin embargo, el camino no es fácil, ya que las leyes exigen el respaldo de dos tercios de la Cámara Alta, por lo que sería necesario el voto a favor de la destitución de Trump de una veintena de senadores republicanos, algo altamente improbable.
Trump se convertiría así en el cuarto mandatario que encara un juicio político.