La Cámara de Representantes de Estados Unidos adoptó la noche del miércoles un proyecto para reformar profundamente la policía, a cinco días del juicio de un exagente acusado de matar al ciudadano afroamericano George Floyd el año pasado.
El texto, que lleva el nombre del afroestadounidense, ya fue adoptado en junio por la Cámara Baja del Congreso, de mayoría demócrata, pero no logró superar el escollo del Senado, en poder de los republicanos hasta enero.
Los demócratas de la Cámara volvieron a aprobarlo esta vez con 220 votos a favor y 212 en contra. Un republicano apoyó el proyecto y dos demócratas lo rechazaron.
Su aprobación en el Senado, donde los republicanos y los demócratas tienen el mismo número de escaños, es incierta.
El texto “no borrará siglos de racismo sistémico” en Estados Unidos, declaró la presidenta demócrata de la Cámara, Nancy Pelosi, antes de su adopción. Pero será “un paso enorme” hacia la “construcción de una mejor relación, más sana, entre la policía y comunidades a las que respeta”, añadió.
El proyecto prevé, entre otras cosas, prohibir las llaves de estrangulamiento, limitar la entrega de equipos militares a la policía, así como la creación de un registro nacional de agentes despedidos por abusos.
También pretende reducir la amplia inmunidad de la que gozan los policías en caso de demandas civiles.
Por último, el texto propone impedir, en las infracciones vinculadas a los estupefacientes, las órdenes de registro que permiten a los policías entrar en casa de los sospechosos sin llamar a la puerta.
Durante su arresto, el 25 de mayo en Minneapolis (Minnesota), George Floyd murió asfixiado por un policía blanco, Derek Chauvin.
El agente apretó una rodilla sobre el cuello de la víctima durante casi nueve minutos. Su juicio empezará el lunes en Minneapolis.