La Oficina de Prensa del Vaticano informó que este año el Papa Francisco no tomará parte del Vía Crucis en el Coliseo de Roma, sino que seguirá el evento desde su residencia en el Vaticano, donde se unirá “a la oración de quienes se reunirán con la diócesis de Roma en el Coliseo”. Esto, a causa del frío que hace en la ciudad, considerando que la semana pasada estuvo ingresado en el hospital por una bronquitis.
Donde si participó el Papa Francisco I fue en la misa del Jueves Santo, en el correccional de Casal del Marmo, en Roma. Ahí, Francisco asistió al acto en silla de ruedas, aunque se levantó de ella para lavar y besar los pies a doce de los menores reclusos en el lugar.
De 86 años, el Sumo Pontífice sí asistirá más temprano a la misa de Viernes Santo en la Basílica de San Pedro. Esto lo confirmó el portavoz del Vaticano Matteo Bruni en respuesta a una pregunta de Reuters.
Es la primera ocasión en que el papa no presia el servicio del “Vía Crucis” en el Coliseo de Roma desde que fue elegido en 2013. El evento se trasladó al Vaticano durante la pandemia de COVID-19 y se llevó a cabo en versiones reducidas, pero Francisco lo presidió de todos modos.
El Vaticano dijo que Francisco seguiría el servicio, que suele durar más de dos horas y al que asisten miles de personas, desde su residencia. Se esperaba que la temperatura en Roma fuera de unos 10 grados centígrados el viernes por la noche. La temperatura ha bajado en los últimos días y el jueves cayó una ligera nevada en las afueras de Roma.
Durante el tradicional servicio, el Papa se sienta al aire libre cerca de la sección superior del Coliseo mientras los participantes desfilan alrededor del antiguo monumento. Los participantes se detienen para orar y escuchar meditaciones en las 14 “Estaciones de la Cruz”, que conmemoran los eventos en las últimas horas de la vida de Jesús, comenzando con su arresto y terminando con su sepultura.
Francisco pasó cuatro días en el hospital la semana pasada para recibir tratamiento por bronquitis después de quejarse de dificultades para respirar. Se recuperó rápidamente después de recibir antibióticos.
El Papa, a quien se le vio bien en dos servicios del jueves, suele hablar al final de la procesión del Viernes Santo en el Coliseo. El Vaticano no anunció ningún cambio en el resto del calendario de Semana Santa del Papa.
Durante este fin de semana, el Papa debe presidir una misa de vigilia pascual el sábado por la noche en la Basílica de San Pedro, y el Domingo de Pascua debe entregar su bendición y el mensaje “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) en la Plaza de Pedro.
La bendición del Domingo de Pascua se lleva a cabo desde el balcón central exterior de la basílica al mediodía.
El último Papa que se saltó un servicio del Viernes Santo fue el Papa Juan Pablo II. La mala salud le impidió salir del Vaticano en las últimas semanas de su vida en 2005.