Camioneros, carpinteros y obreros: ¿Quiénes son los condenados en el caso Pelicot?

Ilustración de algunos de los hombres acusados de violar a Gisèle Pelicot. Foto: Reuters

Entre los hombres que fueron condenados este jueves por violar a Gisèle Pelicot mientras era drogada por su esposo, se encuentran personas de todas las edades, clases sociales y ámbitos laborales.


Después de tres días de deliberaciones en uno de los casos más mediáticos de violencia sexual en Francia, los cinco magistrados de Vaucluse, en el tribunal de Aviñón, emitieron su veredicto: Dominique Pelicot obtuvo la pena máxima, 20 años de prisión, y sus 50 coacusados, juzgados por haber violado a su ahora exesposa Gisèle Pelicot, fueron condenados a penas de entre 3 y 15 años de cárcel, penas inferiores a lo que pidieron los fiscales.

Desde que empezó el juicio, la prensa francesa enfatizó la variedad de los perfiles de la media centena de hombres acusados en el juicio. Libération indica al respecto: “Se llaman Jean-Pierre, Cédric, Romain, Redouane o Thierry. Tienen entre 27 y 74 años y proceden de todos los orígenes sociales. Desde principios de septiembre, 51 hombres han sido juzgados por el tribunal penal departamental de Vaucluse, en Aviñón, por ‘violación agravada’ –o agresión sexual para uno de ellos– contra Gisèle Pelicot, en el marco del llamado proceso por violación de Mazan”.

A la cabeza de este “sistema tentacular de violencias sexuales” bajo sumisión química, como apuntó el medio francés, estaba el exmarido de Gisèle, Dominique Pelicot, que durante casi 10 años reclutó desconocidos en línea para que violaran a su esposa. A pesar de las cantidades de evidencia grabadas por el mismo Dominique, casi todos los coacusados negaron haber querido cometer una violación, y la mayoría acusó a Dominique de una “emboscada”.

Un hombre escondiendo su cara, rodeado de policías, abandona el tribunal de Aviñón. Foto: Reuters

Durante el juicio, algunos medios bautizaron a los involucrados como “Monsieur-Tout-Le-Monde”, que se traduce como “Sr. Todo el mundo”, a causa del aspecto variado, común y corriente de los acusados, alejado de un perfil “particular” de bárbaro o predador sexual. “Bajos, altos, flácidos, delgados, bien afeitados, barbudos, calvos, con coleta. Todos, menos 14, trabajaban, en empleos que reflejan el espectro de la Francia rural de clase media y trabajadora: camioneros, carpinteros y obreros, un funcionario de prisiones, un enfermero, un experto en informática que trabajaba para un banco, un periodista local”, apunta The New York Times, sobre los distintos acusados.

Muchos de ellos afirman haber creído participar en una “noche libertina” consentida, y haber sido engañados por Dominique Pelicot. Estas negaciones fueron desmentidas por el exmarido de Gisèle, que ha repetido constantemente que todos los participantes estaban perfectamente informados de la sumisión química de su cónyuge.

Las 50 personas proceden todas de ciudades y pueblos situados en un radio de 50 kilómetros alrededor de Mazan, en el departamento de Vaucluse, al sureste de Francia. Algunos abogados defensores incluso vieron en la banalidad de los acusados una valiosa línea de defensa. “La gente común hace cosas extraordinarias”, dijo Antoine Minier, abogado que representa a tres de los violadores. “Creo que casi cualquiera podría encontrarse en una situación -tal vez no exactamente como ésta- pero podría ser susceptible de cometer un delito grave”, indicó a la BBC.

Ilustración de algunos de los hombres acusados de violar a Gisèle Pelicot. Foto: Reuters

Entre las condenas y las investigaciones, se sabe cuántas veces y en qué condiciones cada uno de los 50 acusados violó o abuso sexualmente de Gisèle Pelicot. Los fiscales pudieron llegar a este nivel de detalle porque, inusualmente en un juicio por violación, hay una asombrosa cantidad de pruebas contra los acusados, ya que las supuestas agresiones fueron filmadas durante casi una década por Dominique Pelicot.

Algunos afirman haber sido intimidados por Dominique Pelicot, cuyo abogado dijo a la BBC que era un “personaje abominable”. Entre lágrimas, el enfermero Redouan E. dijo ante un tribunal escéptico que le tenía demasiado miedo a Pelicot como para salir de la sala. “Tal vez los videos no lo muestran, pero estaba realmente aterrorizado”, dijo a los jueces.

Ahmed T., un gásfiter de 54 años, casado desde hace 30 años con su novia de la infancia, dijo que si hubiera querido violar a alguien, no habría elegido a una mujer de unos 60 años. Redouane A., desempleado de 40 años, comentó que si hubiera querido violar a Gisèle, no habría permitido que su marido grabara videos.

Una de las condenas más bajas la recibió el gerente jubilado de una cervecera, Joseph Cocco, de 69 años. Es uno de los dos únicos acusados de no haber violado a Pelicot. En cambio, ha sido acusado de agredirla sexualmente. “Es padre, sobreviviente de cáncer y campeón de karate, quien dirigía cursos para la policía. Como casi la mitad de los acusados, Cocco era aficionado al intercambio de parejas. Declaró ante el tribunal que había empezado a practicar el intercambio con su expareja, el ‘amor de mi vida’, quien lo había dejado recientemente tras 23 años juntos. Dijo que lo habían invitado a casa de los Pelicot para hacer un trío, y que Dominique Pelicot ‘nunca habló de violar o drogar a su mujer’”, consigna The New York Times.

Culpable de agresión sexual, por tocamientos a Gisèle Pelicot, Cocco fue condenado a tres años de cárcel. Los fiscales habían solicitado una pena de cuatro años, la más leve de todas.

En el otro extremo de la escala se encuentra Romain Vandevelde, de 63 años, quien fue sentenciado a 15 años de prisión. Según Reuters, era el cuarto de nueve hijos y vivía en un hogar extremadamente violento, donde sufrió violaciones cuando era niño. Se casó, se alistó en el Ejército y luego se divorció. Fue a la casa de los Pelicot seis veces en 2019 y 2020 y le dijo al tribunal que se había sentido solo. Reconoció que sabía que era VIH positivo cuando violó a Gisele sin usar condón.

Jueces en el tribunal de Aviñón. Foto: Archivo

Charly Arbo, obrero de una empresa cementera, fue uno de los acusados más jóvenes, y tenía 22 años en 2016, cuando fue por primera vez a la casa Pelicot. A diferencia de los otros hombres, llegó a ir 6 veces, y la policía encontró 47 videos con él. “Me dijo que ella había dado su consentimiento”, indicó en el juicio, refiriéndose a Dominique Pelicot.

Camionero para una cooperativa agrícola, Jean-Pierre Marechal es conocido como el “discípulo de Pelicot”: no violó a Gisèle Pelicot, pero sí “aprendió” de Dominique, drogando a su propia esposa para violarla. Esto fue incluso grabado y encontrado en la tarjeta de memoria de Dominique. Fue condenado a 12 años de prisión.

El medio Libération detalla en su perfil: “Noveno de 10 hermanos, vivió una infancia extremadamente difícil bajo la autoridad de un padre violento, que llevaba a extraños a la casa familiar para violar a su esposa, que estaba completamente borracha. ‘Con mis hermanos y hermanas nos escondimos para mirar’, confiesa Jean-Pierre Maréchal, que tuvo seis hijos con su esposa, algunos de los cuales vinieron a declarar a su favor en el juicio”.

Uno de los condenados en el proceso de Mazan está en fuga desde hace meses: se trata de Hassan Ouamou, y el tribunal lo sentenció a 12 años de cárcel. El marsellés de 30 años, conocido con el seudónimo de “Rémy” en el sitio Coco, no pudo ser detenido durante la investigación judicial. Los investigadores se pusieron en contacto telefónico con él el 30 de septiembre de 2021. Dijo que “estaba en Marruecos y no tenía intención de regresar al territorio nacional”.

Su línea había sido ubicada a principios de mes en Rumania. Varias transferencias de fondos fueron realizadas por su madre y retiradas en Rumania, donde reside la mujer que fue y debería ser aún su pareja. Los antecedentes penales de Hassan Ouamou incluyen 12 condenas por delitos contra la propiedad, delitos contra las personas, así como delitos contra la legislación sobre armas y drogas. En abril de 2022 se emitió una orden de arresto contra él.

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