Vestidos con su uniforme de camuflaje, en un acto de valentía, algunos soldados ucranianos decidieron consolidar su amor en el campo de batalla. Mientras sus compañeros sostienen sus armas, los capellanes militares han oficiado varias bodas hasta ahora.
Lesia Ivashchenko y Valerii Filimonov, llevan 20 años juntos y tienen una hija de 18 años. En todo el tiempo que llevaban como pareja nunca pensaron en casarse, pero la guerra los llevó a reconsiderarlo.
Días después de haberse enlistado, Lesia y Valerii decidieron contraer matrimonio en un puesto militar ubicado en Kiev. Usando uniformes militares, ambos miembros de la brigada 122 de la Defensa Territorial de Ucrania intercambiaron sus votos frente a sus compañeros y al capellán militar.
De pie y sobre una tela, como parte de la tradición ucraniana, ambos intercambiaron anillos.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, expresó: “Saben qué, quiero hacerles un regalo. Pero el presente para todos los ucranianos es terminar la guerra. Todos los ucranianos tienen un solo objetivo: detener la guerra, detener los asesinatos de civiles. Es una gran esperanza para todos, no solo en Ucrania”.
Asimismo, Oleksandr y Olena contrajeron matrimonio en un puesto de control. Junto a sus rifles, un ramo de flores y siguiendo las costumbres ortodoxas, la pareja se casó en presencia de un sacerdote militar. Con un pequeño pastel celebraron la boda.
Las historias de casamientos “express” cada vez están tomando más fuerza en Ucrania. La incertidumbre de la situación más los constantes ataques han provocado que parejas celebren sus bodas sin previo aviso para posteriormente unirse al Ejército.