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Canadá enfrenta elecciones clave bajo la sombra de Trump

De cara a las elecciones generales de este lunes, las amenazas del presidente estadounidense han impulsado al Partido Liberal del primer ministro Mark Carney, pese al favoritismo inicial por el conservador Pierre Poilievre, tras la dimisión de Justin Trudeau.

Canadienses protestando a la salida de la Casa Blanca. Foto: Archivo ANDREW HARNIK

Incluso contra su dirección, Donald Trump terminó remezclando la baraja en las elecciones de su vecino del norte. El líder del Partido Conservador de Canadá, Pierre Poilievre, al que las encuestas le prometían una victoria segura en enero, dos meses antes de la dimisión del primer ministro Justin Trudeau, ahora ha mirado con frustración cómo el oficialista Partido Liberal se le adelantaba, impulsado por las acciones y declaraciones de un presidente estadounidense que, se suponía, estaba a su favor.

Si en un principio, el sentimiento anti-Trudeau era el motor de los votantes más volátiles, ahora lo es la defensa del país contra Trump. “Nunca hemos visto a un partido perder tanto impulso durante un periodo electoral”, explica Alexandre Nanoff, asesor principal del instituto de encuestas Liaison Stratégies, al diario Le Devoir. La amenaza de aranceles contra Canadá, sumada al deseo de Trump de anexar el país para convertirlo en el “estado 51” de Estados Unidos, ha revitalizado a la centroizquierda.

“Cada vez que Trump hace este tipo de declaraciones, hay una correlación directa con un aumento de las intenciones de voto para el Partido Liberal y su nuevo líder Mark Carney”, señala Alexandre Nanoff.

Justin Trudeau, renunciando al liderazgo del Partido Liberal. Foto: Archivo Patrick Doyle

“Trump es la campaña”, dijo el ex primer ministro de Quebec, Jean Charest. “La pregunta en la boleta electoral es a quién elegiremos para enfrentar a Trump. Todo ha cambiado”.

La política exterior no había afectado tanto a una elección canadiense desde 1988, cuando, irónicamente, el libre comercio con Estados Unidos dominaba el discurso político, destaca The Associated Press.

Este lunes 28 de abril, los canadienses están llamados a votar en las elecciones generales, y las encuestas dan como ganador al primer ministro Mark Carney, quien a pesar de heredar el Partido Liberal de Justin Trudeau, ha buscado distanciarse de la figura del expremier. El último sondeo de Léger Stratégies indica que el 43% de los canadienses votaría por los liberales, contra el 39% que lo haría por los conservadores.

A esto se suma el 8% que obtendría el Nuevo Partido Democrático. En Quebec, en tanto, el Partido Conservador pierde votos frente al Bloc Québécois, quedando solo con 22%.

El sondeo no se detiene ahí, y también preguntó “quién cree que saldrá primer ministro”. En eso, más allá de la afiliación política, el 55% de los canadienses (y el 66% de los quebequenses) daban por ganador a Mark Carney. Mucho más atrás, el 25% de los canadienses (y el 17% de los quebequenses) creen que ganará Poilievre.

Por su parte, el modelo de predicción del semanario The Economist le dio a Carney un 86% de probabilidad de conseguir la mayor cantidad de asientos en el Parlamento.

Una encuesta de Nanos publicada este domingo indicó que la diferencia entre los dos partidos que lideran las primarias era de aproximadamente 4 puntos porcentuales, ligeramente mayor que la del sábado. El sondeo situó el apoyo nacional a los liberales en un 43%, frente al 38,9% de los conservadores.

Mark Carney, el reconocido economista que reemplazó a Justin Trudeau como primer ministro de Canadá.

Luego de una renuncia forzada de Justin Trudeau, después de 10 años como primer ministro (2015-2025), se creía que el Partido Liberal no tenía oportunidad para seguir gobernando. Pero junto con la remontada espectacular de Carney en los sondeos, viene la caída de los conservadores.

Una victoria del Partido Liberal de Carney representaría uno de los cambios más sorprendentes en la historia política reciente del país, destacó la agencia AFP.

Durante casi dos años, Poilievre, un legislador duro y beligerante con siete mandatos en el Congreso, fue el heredero aparente al máximo cargo de Canadá. Encuesta tras encuesta, su partido arrollaba a los liberales gobernantes en un hipotético enfrentamiento.

En tanto líder del principal partido de oposición, los ataques de Poilievre contra Justin Trudeau fueron efectivos e implacables. “Con un agudo sentido de lo que enfurecía a los votantes, reprendió al impopular primer ministro por la creciente crisis del costo de la vida, la inasequibilidad de la vivienda, la inmigración masiva y un controvertido impuesto a las emisiones de carbono”, recuerda al respecto The Guardian.

La táctica parecía estar dando sus frutos, y a principios de enero, Trudeau anunció su dimisión tras casi una década en el poder. La reputación del líder liberal se vio empañada por las luchas internas del partido y un electorado cada vez más cansado. Así, en los días posteriores, los conservadores alcanzaron su mejor evaluación en las encuestas hasta la fecha y, con las elecciones a la vuelta de la esquina, parecían encaminados a la victoria.

Pierre Poilievre hablando en Mont Royal, Québec. Foto: Archivo

En eso, Donald Trump entró a la Casa Blanca, y terminó saboteando a su manera la posición del Partido Conservador. El impredecible presidente estadounidense comenzó a amenazar con imponer aranceles a Canadá e incluso con anexarlo para convertirlo en el estado número 51. Se dirigió a Trudeau como “gobernador” y amenazó con usar la coerción económica.

El impacto para los conservadores fue devastador: en cuestión de semanas, la ventaja de 25 puntos del partido se desvaneció, y ahora figuran muy por detrás de los liberales de Carney, quien reemplazó a Trudeau en el gobierno el 14 de marzo pasado. Al reemplazar al impopular premier, el economista de 60 años basó su mensaje directamente en la amenaza de Trump, afirmando que Estados Unidos pretende “quebrar” a Canadá para “poder controlarlo”.

“Semanas antes, la gente pensaba en la inflación y el costo de la vida. De repente, se ven obligados a pensar en la existencia misma de Canadá. Ese cambio no tiene precedentes y no puedo imaginar un cambio tan radical en ninguna jurisdicción del mundo”, aseguró a The Guardian David Coletto, director de la encuestadora Abacus. “Trump ha hecho lo casi imposible: transformar un entorno muy anti-incumbente en 2024, en uno donde ser el incumbente es una ventaja. La gente ahora busca estabilidad, en lugar de revolución”, señaló el experto.

A poco de asumir, Trump amenazó con imponer aranceles a Canadá e incluso con anexarlo para convertirlo en el estado número 51.

En medio de todo esto, Mark Carney, actual primer ministro y líder de los liberales, vive una gran primera campaña, aunque su aspecto más tecnocrático que político le ha jugado malas pasadas. La ardua campaña federal previa a las elecciones de este 28 de abril ha puesto de manifiesto su inexperiencia. En declaraciones a los medios, sus respuestas parecen toscas y a veces excesivamente complicadas.

Con su experiencia como gobernador del Banco de Canadá, entre 2008 y 2013, y del Banco de Inglaterra entre 2013 y 2020, algunos votantes parecen confiar más en él, en tanto “candidato aburrido”, comparado con el más político Poilievre, de 45 años.

Los expertos afirman que la tendencia “más intelectual” de Carney, su riqueza y el tiempo que pasó trabajando para grandes firmas de inversión, probablemente habrían pesado en su contra en cualquier otra elección. “Un exbanquero central que admitió en televisión que no hace sus compras probablemente no habría conectado con un electorado que se está recuperando de una crisis de costo de la vida. Ahora, parece que ya no importa tanto. La cercanía quizás no sea lo que la gente necesita”, dijo Coletto.

Según el experto, esto representa un desafío para sus oponentes cuando intentan atacarlo: “¿Lo acusan de plagiar su tesis doctoral en economía? Eso les recuerda a todos que tiene un doctorado en economía. ¿Le cuestionan su experiencia empresarial? Ahora han creado un contraste con Poilievre, quien solo ha sido político. Todo ha cambiado por completo".

Justin Trudeau habla mientras Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador, finge tocar un violín de fondo durante una sesión en la Cámara de los Comunes en Ottawa. Foto: Archivo

Por su parte, Pierre Poilievre, quien durante los dos últimos años fue conocido como el “Trump canadiense” por los medios internacionales, desearía nunca haber tenido ese titulo. Conservador y populista, se hizo conocer por su apoyo a los camioneros que tomaron parte en el “convoy de la libertad”, una protesta contra la obligatoriedad de las vacunas en 2022.

Desde entonces, ha sido más bien la base conservadora canadiense, la que admira a Trump y a Elon Musk, la que fue haciendo crecer su ventaja contra Trudeau. Poilievre fue elegido legislador en 2004, y en su biografía se declara “conservador de toda la vida y promotor del libre mercado”. Además, en términos de “guerra cultural”, ha denunciado el movimiento woke.

Sin embargo, en las últimas semanas ha tenido que distanciarse de Trump, y en un discurso donde se dirigía directamente a él, Poilievre aseguró: “Los canadienses nos enojamos lento y perdonamos rápido. Pero una vez provocados, respondemos. Y esta vez vamos a responder”.

Por su parte, Trump declaró en una entrevista reciente, refiriéndose a las elecciones canadienses: “Preferiría tener que lidiar con un liberal que con un conservador. El conservador que está corriendo para primer ministro es, estúpidamente, no amigo mío. No lo conozco, pero dijo cosas negativas”.

Trump ha amenazado con imponer fuertes aranceles a los productos canadienses, y tanto Carney como Poilievre dijeron que, de ser elegidos, acelerarían las renegociaciones del acuerdo de libre comercio de ambos países en un esfuerzo por poner fin a la incertidumbre que afecta a ambas economías.

Carney planea diversificar las exportaciones canadienses y está revisando la orden de compra restante de aviones de combate F-35 estadounidenses para ver si existen otras opciones “dada la coyuntura cambiante”. Carney visitó París y Londres, no Washington, en sus primeros viajes como primer ministro. Pero casi el 80% de las exportaciones canadienses se destinan a Estados Unidos.

Poilievre, en tanto, ha prometido reducir el gasto en ayuda exterior y eliminar el impuesto federal a las ventas de automóviles fabricados en Canadá mientras los aranceles estadounidenses estén vigentes. “Recompensaremos la producción aquí en Canadá“, dijo.

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