El gran número de víctimas civiles que provocaría un asalto israelí a la ciudad gazatí de Rafah haría “muy difícil” la paz en la región, declaró este domingo el canciller alemán, Olaf Scholz, tras entrevistarse con el rey jordano Abdullah.
Scholz se reunirá más tarde este domingo con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante su viaje relámpago a la región.
Las conversaciones se dan después de que Israel aprobara el viernes un plan para atacar la ciudad situada en el extremo sur del enclave palestino, donde se refugian más de la mitad de sus 2,3 millones de habitantes tras cinco meses de guerra.
“En este momento, se trata de garantizar que lleguemos a un alto el fuego duradero”, dijo Scholz tras las conversaciones con Abdullah en su residencia privada en el puerto jordano de Aqaba, en el Mar Rojo. “Eso nos permitiría impedir que se produzca una ofensiva terrestre de ese tipo”.
Al ser consultado sobre si estaba dispuesto a presionar a Netanyahu para que detuviera tal asalto, Scholz dijo que está “muy claro que debemos hacer todo lo posible para que la situación no empeore más de lo que ya está”.
Israel afirma que Rafah es uno de los últimos bastiones de Hamás, al que se ha comprometido a eliminar, y que los residentes serán evacuados.
Scholz no respondió directamente a una pregunta sobre si Alemania reaccionaría ante una ofensiva a gran escala en Rafah, por ejemplo restringiendo las exportaciones de armas a Israel.
Alemania ha sido uno de los aliados más firmes de Israel junto con Estados Unidos, apoyando sistemáticamente su derecho a defenderse y subrayando su deber de permanecer al lado del país en expiación por su perpetración del Holocausto nazi en el que murieron 6 millones de judíos.