El canciller mexicano Marcelo Ebrard confirmó este viernes que Tomás Zerón, quien fuera uno de los investigadores de la desaparición de los 43 estudiantes en 2014 y es acusado de graves irregularidades en su labor, está en Canadá.
Ebrard indicó que las autoridades trabajan para lograr la detención de Zerón y para que sea extraditado a México.
Zerón, quien era el jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la antigua Procuraduría General mexicana -hoy fiscalía- cuando ocurrió la desaparición de los estudiantes, salió de México y es buscado por la Interpol, informó el mes pasado la fiscalía.
Medios mexicanos habían reportado que el exfuncionario estaba en Canadá desde octubre pasado, según su registro migratorio, pero esto no había sido confirmado por autoridades de justicia ni de la Cancillería.
“Ahora estamos iniciando algo similar en Canadá con Tomás Zerón”, dijo Ebrard tras ser consultado sobre la extradición de otros exfuncionarios perseguidos por la justicia mexicana, durante la habitual conferencia matinal del Presidente de México.
“Impunidad no va a haber, parte de nuestra función de la Secretaría de Relaciones Exteriores es garantizar que, cuando hay casos de esa naturaleza, la extradición ocurra”, agregó Ebrard sobre Zerón.
En tanto, el Presidente Andrés Manuel López Obrador se reunía este viernes con los familiares de los 43 desaparecidos estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa, en el turbulento estado de Guerrero (sur).
El martes pasado, la fiscalía anunció la identificación de los restos de Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, el segundo de los jóvenes cuyo destino e identidad han podido ser corroborados hasta la fecha. El primer estudiante identificado fue Alexander Mora Venancio en diciembre de 2014.
Zerón es conocido como uno de los artífices de la llamada “verdad histórica”, versión oficial del caso presentada en enero de 2015 por el gobierno del entonces Mandatario Enrique Peña Nieto (2012-2018) y que fue rechazada por los familiares.
“La verdad histórica se acabó y, enfatizo, el caso sigue abierto”, dijo el martes Omar Gómez, fiscal asignado al caso por el gobierno de López Obrador.
Los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecieron entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
Esa noche, decenas de estudiantes se dirigieron a Iguala para hacerse con autobuses que querían usar en unas manifestaciones.
Pero fueron detenidos por policías coludidos con integrantes del crimen organizado. La versión de la administración pasada sostenía que el cartel Guerreros Unidos había hecho desaparecer a los estudiantes tras confundirlos con integrantes de un grupo rival.