El ministro de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, adelantó el martes sus intenciones de dejar la Cancillería para competir por la candidatura presidencial oficialista de cara a las elecciones de México de 2024. El canciller del gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció que desde el 12 de junio se enfocará a defender el proyecto del partido de gobierno.
Ebrard comunicó su decisión de dejar el cargo que ha ocupado por casi cinco años, con el propósito de dedicarse “de lleno con alegría y resolución a defender el proyecto que encabeza nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador en toda la República mexicana”. El canciller viene posicionando su figura desde hace un año como aspirante presidencial.
En un evento en un hotel, rodeado de un grupo de congresistas del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), agradeció al presidente mexicano su respaldo y cercanía y dijo que espera continuar su buena relación con López Obrador en los años por venir. No obstante, sigue sin definirse quién será el candidato del partido de cara a las presidenciales del próximo año.
El movimiento político espera elegir a su candidato próximamente a través de una encuesta interna, ante los cuatro precandidatos ya definidos. Además de Ebrard, compiten por la postulación presidencial del oficialismo la alcaldesa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López; y el senador Ricardo Monreal, quienes hasta el momento no han manifestado disposición a dejar sus cargos para participar en la contienda electoral.
“Me entusiasma actuar con congruencia respeto a lo que hemos propuesto. Por eso me separo del cargo y voy empujar con los ciudadanos y ciudadanas”, declaró Ebrard, reconociéndose orgulloso de ser parte del movimiento Morena.
Al grito de “vamos a ganar” y levantando los brazos, los congresistas de Morena presentes celebraron el anuncio de Ebrard.
López Obrador mantuvo una reunión el lunes con los precandidatos de la que salió el compromiso de “mantener la unidad” dentro del partido de cara a los comicios del próximo año, según relató el presidente el martes en su conferencia matutina.
Ante las cuatro opciones claras que plantea el oficialismo como aspirantes presidenciales, en contraste en la oposición no hay aún figuras claras. La indefinición impera ante una crisis opositora que se profundizó el pasado fin de semana con la victoria de Morena en el Estado de México. La entidad más poblada del país había estado 94 años bajo control del Partido Revolucionario (PRI).
Con esa conquista electoral, el partido de López Obrador controla 21 de los 32 estados del país, más el Congreso, y se consolida como la principal fuerza política de México.