El canciller ruso Serguei Lavrov abogó el viernes por medidas políticas, diplomáticas y el diálogo para lograr una salida a la crisis en Venezuela. Ello tras una reunión en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela.

"Queremos que todos cumplan con sus obligaciones internacionales para solucionar todas las disputas a través de medidas pacíficas, y no utilicen la fuerza", afirmó a través de una interprete en alusión a Estados Unidos y las nuevas sanciones impuestas, las que consideró "inaceptables" por afectar proyectos sociales y humanitarios. 

Lavrov lamentó el fracaso de otras iniciativas de diálogo que se impulsaron en el pasado e indicó que estaba convencido que las elecciones parlamentarias previstas para este año son "la única posibilidad para los radicales (de) no perder la posibilidad de participar en el futuro político de Venezuela". 

En el marco de la reunión, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, agradeció al Presidente Vladimir Putin por "tantas demostraciones de profunda amistad, de colaboración", y recordó que Venezuela es víctima de una "agresión multiforme" de parte de la Casa Blanca, que acusó de violar "toda norma de derecho internacional" para decidir quien gobierna en el país.

Lavrov se reunió con la vicepresidenta Delcy Rodríguez, su par venezolano Jorge Arreaza, el ministro de Finanzas Simón Zerpa y el vicepresidente de economía y ministro para Industrias Tareck El Aissami.

Horas después el canciller ruso se trasladó al palacio de gobierno para reunirse con Maduro en un encuentro donde estuvo presente la primera dama, Celia Flores, el ministro de Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, Rodríguez, Arreaza y El Aissami.

El viaje del ministro se da dos días después que el líder opositor, Juan Guaidó, se reunió en la Casa Blanca con Donald Trump, quien se comprometió a seguir apoyando a la oposición para lograr la salida del poder de Maduro.

La visita de Guaidó a Washington se enmarca en una gira internacional que inició el 19 de enero y que incluyó visitas a Bogotá, Londres, París, Bruselas, Madrid, Otawa y Miami a fin de estrechar relaciones. El líder opositor y jefe de la Asamblea Nacional ha sido reconocido por Estados Unidos y más de medio centenar de países como presidente interino de Venezuela.

Maduro logró el año pasado sortear fuertes presiones internas y externas gracias en parte al apoyo de Rusia, China, Turquía y Cuba y el respaldo del alto mando militar.

El académico y analista internacional Carlos Romero afirmó a la AP que la visita de Lavrov a Caracas se da en un contexto de "juego de potencias" por Venezuela. "Estamos asistiendo a una polarización tan grande que la mayoría de los países latinoamericanos y caribeños temen que un conflicto armado convierta a esta zona del mundo en un segundo Medio Oriente".

Rusia se ha convertido en las últimas dos décadas en un estrecho aliado de Venezuela con el que mantiene acuerdos financieros, comerciales, energéticos y militares.

Rosneft, la mayor petrolera rusa, tiene importantes participaciones en al menos seis proyectos en Venezuela que han implicado inversiones de unos 9 mil millones de dólares desde el 2010.

El canciller ruso viajó la víspera a México, donde sostuvo una reunión con su homólogo mexicano Marcelo Ebrard en la que se abordó la situación en la región y ambos ministros mostraron interés en reforzar las relaciones políticas y económicas.