Con motivo del 40° aniversario de la firma del Tratado de Paz y Amistad (TPA) entre Chile y Argentina -firmado el 29 de noviembre de 1984 y que resolvió pacíficamente el conflicto del Beagle- los representantes de ambos países se reunieron este lunes en el Salón O’Higgins del Ministerio de Relaciones Exteriores chileno, para reflexionar sobre la importancia histórica del pacto y discutir futuros proyectos bilaterales.
En la instancia expusieron diplomáticos chilenos y argentinos, y también se realizó una exhibición de documentos históricos del proceso de mediación a las afueras del salón.
Durante el primer panel del seminario, que comenzó a las 10.00., el ministro de Relaciones Exteriores chileno, Alberto van Klaveren, y su homóloga argentina Diana Mondino (a través de un video), recordaron la importancia histórica del acuerdo que evitó un conflicto bélico en 1978. “En estos 40 años, Chile y Argentina han cultivado el diálogo”, permitiendo “un vínculo de paz inalterable y una paz perpetua”, valoró el canciller chileno.
Luego, el Arzobispo de Santiago, Monseñor Fernando Chomalí, destacó el rol del Papa Juan Pablo II, cuya intervención como mediador fue decisiva para llegar a la resolución pacífica del conflicto limítrofe. Los embajadores Raúl Alconada Sempé y Milenko Skoknic discutieron las etapas de la mediación papal, subrayando los puntos clave del tratado, como la demarcación de fronteras y las disposiciones que permitieron evitar la guerra.
Durante el segundo panel del seminario, que dio cuenta del impacto de la firma del tratado, la académica María Teresa Infante, exdirectora de la Dirección Nacional de Fronteras y Límites del Estado de Chile (Difrol) señaló que “el TPA ha sido recordado como un instrumento ordenador, ha dado frutos diplomáticos y políticos y ha repercutido más allá de la relación bilateral, sino que también en la región”.
Luego, expuso el embajador argentino en Uruguay, Martín García Moritán, quien entre febrero de 2016 y febrero de 2020 fue representante permanente de Argentina ante las Naciones Unidas (ONU). García resaltó que “el TPA representa la combinación de diversos esfuerzos para resolver de manera pacífica la controversia central. En sus consideraciones, se estableció claramente el propósito de las partes de evitar cualquier amenaza o uso de la fuerza”.
“A partir del tratado, Argentina y Chile han construido una relación que trasciende las fronteras, impulsando la cooperación en ámbitos como el comercio, la seguridad y la gestión de recursos naturales”, continuó, destacando que “durante el 2023, Argentina se consolidó como uno de los principales proveedores de productos agrícolas y ganaderos hacia Chile, incluyendo exportaciones de trigo, soja y carne bovina, que fortalecen el abastecimiento alimentario del país vecino y benefician a miles de productores argentinos”.
Luego expuso Sergio Bitar, exministro de Educación con Ricardo Lagos y de Obras Públicas con Michelle Bachelet y actual miembro del Foro Diálogo Estratégico Chile-Argentina 2030, quien relató que “durante el Tratado de 1984 yo estaba en el exilio, de manera que lo observé como un hecho fundamental porque nos abría las puertas para que cuando volviera la democracia en toda nuestra región, esa fuera una región de paz”.
El exsenador también destacó la importancia de las concesiones en obras públicas, siendo este “un punto importante para trabajar con Argentina, porque hay proyectos mutuos en la frontera que se podrían financiar con concesiones”. Y concluyó que se podría mejorar el trabajo conjunto en áreas como la producción de alimentos en la Pampa Húmeda, manufactura avanzada, expansión energética (como Vaca Muerta) y servicios digitales, coordinando políticas multilaterales.
En el tercer y último panel, que trató la relación bilateral actual y su proyección, expuso el embajador de Argentina en Chile, Jorge Faurie. “Argentina necesita de Chile porque el mundo que viene es el mundo del Pacífico. Tenemos que ofrecerle a Chile la compensación. Y no solamente decirle que puede salir para el Atlántico, lo más importante es ofrecer la energía que Chile puede necesitar para mantener todo su desarrollo económico de una manera sustentable”, enfatizó.
Finalmente, el embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, expresó que es necesario superar el nacionalismo y la polarización, que es importante mejorar la conectividad y los proyectos de infraestructura, que Chile debe fortalecer sus puertos y debe haber una mejor coordinación entre las autoridades fronterizas para potenciar la colaboración conjunta. Y destacó que tiene que haber un compromiso en actos más que en palabras: “Hay que hacer las cosas, no bastan los tratados”.